Los mineros llegan a Neptuno. Los miembros de la marea negra se
unen a los bomberos, y junto a ellos, subidos al camión entonan el “Santa
Bárbara”, la canción en honor a su patrona. La Solfónica decide seguir animando
a los manifestantes y van improvisando diferentes canciones que no estaban
programadas inicialmente.
Mientras, los bomberos deciden recoger las pancartas de los maniestantes y
comienzan a colgarlas en las vallas del perímetro de seguridad de la policía.
Las temperaturas se desploman con la caída de la tarde.Todos entonan el grito mudo. Después, los organizadores comunican por megafonía que la protesta finalizará a las 20:00 horas.
Los músicos de la Solfónica, el coro que surgió a partir del 15M, anuncian que van a interpretar un pasodoble para Eurovegas, se lo dedica la Solfónica, Acto seguido se escucha en toda la plaza: “No son suicidios, son asesinatos”, frase que recuerda el drama de quienes padecen los desahucios.
Quedan pocos minutos para que la concentración finalice y la
multitud alza sus manos al cielo. Todos responden al grito de “no nos vamos, no
nos vamos”. Quienes comienzan a retirarse son los bomberos. Lo hacen entre los
aplausos de los manifestantes. Comienzan a retirar el cordón que separa a éstos
de la policía y se empiezan a escuchar los gritos de “Dimisión, dimisión”.
Todo el mundo rompe a aplaudir a los bomberos en el momento en que estos se
retiran.
