martes, 26 de julio de 2016

¿En qué trabaja la gente más feliz?

¿En qué trabaja la gente más feliz?



¿Los agricultores son más felices que los músicos? ¿Los sacerdotes están más satisfechos con su vida que los políticos? ¿La gente es más feliz si tiene un trabajo bien remunerado?

La Oficina Nacional de Estadística de Reino Unido lleva los tres últimos años recopilando datos y ahora What Works Wellbeing (un centro de investigación financiado por el Gobierno de Reino Unido) los ha comparado para analizar bien estas cuestiones. Los resultados obtenidos son muy interesantes, al menos para mí, que soy una friki de la felicidad. ¿Cuáles son las co
nclusiones?


El dinero ayuda, pero tampoco tanto

El nivel de satisfacción en la vida depende hasta cierto punto del sueldo, pero va dependiendo menos a medida que el sueldo aumenta. En el gráfico de abajo, se mide la satisfacción media en el eje vertical y el sueldo en el horizontal. La satisfacción aumenta a medida que se gana más dinero. Pero eso no lo es todo. Los corredores de bolsa, que ganan de media unas 120.000 libras al año (unos 144.000 euros), están en la media en cuanto a nivel de satisfacción. Por otro lado, los miembros del clero, que cobran una media de 20.000 libras (unos 24.000 euros) al año, están tremendamente satisfechos con su trabajo (aunque en su trabajo se les proporciona alojamiento, así que quizá este sueldo sea artificialmente bajo). Igual ocurre en el caso de los dirigentes y los representantes electos.


¿Quiénes son los más felices?

La encuesta se centra en cuatro cuestiones: el nivel de felicidad que los participantes afirmaron experimentar el día anterior, el nivel de ansiedad del día anterior, el nivel de satisfacción con sus vidas y el nivel de utilidad que le atribuyen a sus vidas. Lo que más me interesaba eran los puestos de trabajo con los empleados más felices. Al parecer, entre ellos se encuentran las profesiones relacionadas con el deporte: jugadores, entrenadores, monitores de gimnasio, bailarines, etc. Y también aquellos que se dedicaban a cosas más artesanales, como los tejedores, los tapiceros o los fabricantes de cerámica o de cristal. Los agricultores también son bastante felices. Los presidentes ejecutivos y los dirigentes electos también son muy felices, quizá debido a que sienten que tienen el control. Por irónico que parezca, los orientadores profesionales no son muy felices. Quizá deberían echarle un vistazo a estos datos.

La relación entre el sueldo y el nivel de felicidad parece ser irrelevante (no como entre el sueldo y el nivel de satisfacción con la vida). Tampoco existe correlación entre el sueldo y el sentimiento de que la vida merece la pena o es útil. El clero está a la cabeza en esta clasificación (otra vez), pero el resto del patrón cambia. Las profesiones terapéuticas -practicantes médicos, psicólogos, terapeutas, etc.- dominan los diez primeros puestos de la clasificación. Los músicos son los terceros (por detrás del clero y de los representantes electos).

¿Quiénes experimentan menos ansiedad?

¿En qué profesiones se experimenta menos ansiedad? Los datos son un poco confusos en este apartado. Puede que esto se deba al reducido tamaño de la muestra (si no, no me explico por qué los podólogos sienten tanta ansiedad). Los mineros están a la cabeza en cuanto a la ansiedad, posiblemente porque desempeñan una profesión peligrosa dentro de un sector que cada vez es más reducido económicamente. Pero lo más raro es que los profesionales con menos ansiedad son precisamente los que pensé que más la experimentarían. ¡El personal de ambulancia! ¡Los técnicos en emergencias sanitarias! ¡¡¡Los controladores aéreos!!! Supongo que ese tipo de trabajos solo atraen a personas capaces de mantener la calma en situaciones de estrés. No he visto ningún estudio al respecto, pero me pica la curiosidad por saber si mi corazonada se cumple.

Los puestos de trabajo creativos, activos y espirituales nos hacen más felices

De todas formas, la conclusión más clara que se deduce de los datos es que el dinero no influye de manera relevante en el nivel de satisfacción con la vida, en el nivel de felicidad, en la sensación de que la vida merece la pena o en el nivel de ansiedad. Parece que tener un trabajo relacionado con la fe, el deporte, la música o la naturaleza hace más feliz a la gente, aunque ser director general o representante electo también hace el apaño. Si padeces ansiedad, hazte técnico en emergencias sanitarias, ¡es la solución! Es broma. Supongo que la conclusión final es que nunca hay que tomarse los datos demasiado en serio, dado que se basan únicamente en una muestra de la población, y a veces es difícil separar causa y efecto.

Este post fue publicado originalmente en la edición de Reino Unido de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.