El Gobierno recortará otros 19.000 millones de euros para pagar la deuda, pero tranquilo ante la falta de respuesta social
Decir que el pueblo se está encargando de tapar los agujeros de negocios como los de la banca, es otro pensamiento conspiranoico. Todo ello es tremendo pero lo realmente preocupante es la insuficiente respuesta social.
El gobierno ha hecho llegar a sus jefes europeos la receta para ahorrar otros 19.000 millones de euros en dos años. En Bruselas/Berlin y los famosos mercados respiran tranquilos ante la comprobación de que el gobierno Rajoy (como antes lo fue el de Zapatero) no sólo hace bien los deberes, sino que es genuflexo hasta lo ridículo.
Ese gigantesco recorte lo harán esta vez las Comunidades autónomas y los Ayuntamientos, y no hace falta ser una pitonisa para saber de dónde vendrán, a qué sectores va a afectar.
La deuda se paga sí o sí, y plantear una auditoría de cómo y quién la generó es un "acto antipatrótico", propio del separatismo catalán o de un comando de ETA.
Decir que el pueblo se está encargando de tapar los agujeros de negocios como los de la banca, es otro pensamiento conspiranoico. Todo ello es tremendo pero lo realmente preocupante es la insuficiente respuesta social.
El acato, el miedo y la resignación de los más hace imposible una protesta masiva como la situación económica y social merecerían. Los sindicatos mayoritarios andan tapando vergüenzas corruptas y no tienen tiempo ni credibilidad para organizar huelgas generales.
La izquierda institucional, con un poder de convocatoria en las calles que roza lo patético, sigue preocupada por si las encuestas le dan un porcentaje mayor que en el anterior sondeo.
La izquierda revolucionaria parece incapaz de ofrecer de un modo conjunto una propuesta que llegue a las grandes masas. Dado este panorama es fácil adivinar la tranquilidad de los consejos de ministros de los viernes: tienen la situación controlada, el recorte hasta que millones de personas caigan en la miseria más absoluta continúa.
Editorial Insurgente/ Kaosenlared