Legal en España pero un abuso sonrojante: contratos de 8 minutos
El sistema laboral español es conocido por su escaso vigor y por una alarmante temporalidad que las sucesivas reformas laborales han acentuado en vez de corregir. El resultado es que el 90% de los contratos que se firman en nuestro país son por un periodo de tiempo limitado.
Lo que no sabíamos es que podía ser tan limitado como de 8 minutos. Parece un chiste de mal gusto pero no lo es. Está ocurriendo por ejemplo en Castilla La Mancha. Lo explicaba hace unos días a la Cadena SER Remedios Toboso, secretaria regional de Construcción de CCOO: "Algún contrato de 8 minutos, en Toledo, en un banco. Es amoral pero es legal. Y la gente va a trabajar. Porque tiene otras 3 horas en otro banco. Y otras 3 en una administración. Y al final junta su jornada. A veces por 800 euros". En esta región, hay 30.000 trabajadores pendientes de mejorar su convenio en empresas auxiliares.
Esto ocurre en la empresa privada, pero también hay abusos por parte de las contratas de la Junta.
Es la brevedad máxima conocída hasta ahora en nuestro sistema laboral. Pero el caso es que el recorte de los plazos de vigencia en España ha ido acelerándose en estos años de tal manera que entre 2007 y 2014 las contrataciones con una duración de una semana o menos se dispararon un 43%. Antes de la crisis, en 2007, en España se formalizaron 18,6 millones de contratos de trabajo, de los cuales unos 2,8 millones fueron con una duración máxima de una semana. Es decir, casi uno de cada siete empleos no alcanzaba los siete días de duración.
Tras ocho años de crisis, dos recesiones y dos reformas laborales, el mercado laboral no solo no ha vuelto a sus antiguas cifras (hay unos tres millones menos de trabajadores ocupados) sino que ha variado su composición en favor de contrataciones cada vez más breves: de los 16,7 millones de contratos firmados en 2014, algo más de 4 millones fueron de una semana o menos. Es decir, uno de cada cuatro nuevos empleos, según los datos del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE).
En diciembre de 2014 la duración media de un contrato en nuestro país era de 45,8 días, mientras que en 2007 la media estaba en 68,7 días. Esto supone que los empleos son un 33% más cortos respecto a los que se ofertaba en diciembre de 2007, poco antes del inicio de la crisis económica.
También han proliferado los contratos con jornada parcial. De 2007 a 2014 los contratos de este tipo se han incrementado un 34%, según las estadísticas del Sepe. Este aumento es aún más notable si se contabiliza en proporción al número total de contratos. En 2007, los 4,3 millones de contratos a jornada parcial representaban apenas el 23% del total. Sin embargo, en 2014 los casi 5,8 millones de contrataciones de esta modalidad representaron el 34% de todos los empleos que se crearon en España.
En la antesala del cambio político y la irrupción de los partidos emergentes, ¿veremos por fin cómo surge un sistema laboral que de oportunidades a la gente y que establezca unas condiciones mínimas de estabilidad?