El fotoperiodista Raúl Capín, fotógrafo freelance y colaborador habitual de
Diario Independiente Digital y Mundo Obrero, ha sido detenido el
mediodía del miércoles en su domicilio de Madrid, según han podido
saber personas allegadas a él a través del Colegio de Abogados. Capín ha sido
conducido a la comisaría del barrio madrileño de Moratalaz y ha declarado en
torno a las 17 horas. Hacia esa hora ha trascendido la detención de un segundo
fotoperiodista, Adolfo Luján, que también toma imágenes de
movilizaciones y las distribuye por
internet.
Las fuentes allegadas a Raúl afirman que ha sido detenido por agentes
adscritos al grupo 21 de la Policía Nacional, especializado en información sobre
las actividades de los movimientos sociales. "Todo apunta a que la detención
tiene una relación directa con su actividad profesional, Raúl es un
fotógrafo que cubre lo que hacen los movimientos sociales y que cuando pasa algo
está ahí", explican. La Jefatura Superior de Policía ha informado a los
medios de comunicación que se acusa a Capín de agredir a agentes durante
las manifestaciones del 23 de febrero y el 25 de abril.
Luján, usuario de Twitter con el seudónimo @Popicinio, ha
sido detenido bajo la acusación de difundir calumnias sobre la policía a
través de redes sociales.
En la puerta de la comisaría, el abogado de Raúl ha confirmado que ha sido
interrogado sobre estos dos días y que pasará la noche detenido. Adolfo
está siendo atendido por un abogado de oficio y no se conocen más detalles sobre
su situación. Amistades y colectivos afines a los fotoperiodistas han
permanecido concentrados en la puerta de la comisaría y han sido identificados
por la Policía.
Señalamiento desde la prensa
Raúl Capín había sido señalado por la prensa conservadora como
supuesto provocador extremista infiltrado en las manifestaciones. El
diario ABC publicaba el 17 de abril un
artículo firmado por Carlos Hidalgo —cronista especializado en "fuentes
policiales"— en el que se afirmaba de que la Policía investiga a "radicales de
izquierdas" que "participan en manifestaciones y protestas callejeras
escudándose tras falsas credenciales de periodistas". En la versión impresa, la noticia iba acompañada de tres
fotografías de Raúl, con la cara pixelada, destacado entre otros muchos
fotoperiodistas a quienes no se había pixelado.
Cuatro días antes, El Mundo y La Razón llevaban a sus portadas
imágenes del escrache de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en el
domicilio del presidente del Congreso, Jesús Posada, en las que también
aparecía Raúl, al
que identificaban como manifestante y no como periodista. Mundo Obrero denunció la manipulación en
su día y Juan Ramón Robles realizó este vídeo sobre las intimidaciones a la
prensa:
El 1 de Mayo, mientras cubría una concentración antifascista, la Policía
volvió a identificarle. En el minuto 2'25'' de este vídeo de Jaime Alekos
se muestra el diálogo entre el periodista y un mando policial que se negaba a
aceptar su acreditación. "Luego me dejas tu documentación, porque periodista tú
no eres". Capín le extendió su brazalete del colegio de periodistas de
Barcelona, a lo que el mando le contestó "esto no le acredita para nada, como
que se hace pasar por periodista, eso es lo que le acredita. Usted me enseña la
documentación como cualquier ciudadano".
En julio de 2012, el fotoperiodista fue agredido por agentes antidisturbios
mientras
fotografiaba una manifestación minera en Madrid.
Participación en una plataforma de informadores
Raúl está participando en la creación de una plataforma de
informadores (sin distinción entre profesionales y activistas) para actuar
conjuntamente contra la represión policial que están sufriendo al
cubrir desahucios, concentraciones y protestas en Madrid. A ella también se
están sumando medios de comunicación alternativos que hoy han firmado un comunicado
de apoyo. En la misma línea, el
colectivo Fotogracción está difundiendo otro texto en el que define a Capín
como "un testigo incómodo" para las actuaciones de la autoridad.
Colaboradores de proyectos como Toma La Tele, Audiovisol, Tele K y DIAGONAL
han denunciado un aumento de intimidaciones por parte de la policía en los
últimos meses, mientras Interior insiste en que deben llevar un
chaleco identificativo al que sólo pueden acceder los miembros de la
ANIGP-TV (Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y TV) o la FAPE
(Federación de Asociaciones de Periodistas de España). Para entrar en estas
asociaciones es necesario estar dado de alta como periodista, por lo que los
activistas o freelance ocasionales quedan vetados.