Sobre Qualytel
Había tomado la decisión de olvidar para siempre a esta empresa y todos mis fatídicos encuentros con ella. No se merecen ni un pequeño hueco en mi pensamiento. Pero luego consideré que quizás a alguien que se encuentra atrapado en una vorágine de entrevistas absurdas buscando algún curro, le pueda servir de algo esta información.
Todo comenzó en el mes de noviembre. Mi tía sabía que andaba buscando un curro nuevo en Zaragoza, que no es tarea fácil, y mucho menos encontrar algo orientado a mi profesión. Así que me sugirió que contactara con estos señores, los de Qualytel, porque se encontraban en pleno proceso de selección de teleoperadoras que atendieran a los clientes de Vodafone. Pensé que no sería mala idea presentarse, no parecía un trabajo en el que hubiera que comerse mucho el tarro, y un dinerillo extra me vendría de perlas hasta encontrar otra cosa.
Editado el 25/02/2016, por críticas vertidas en los comentarios: el trabajo de teleoperador es, en general, feo, repetitivo y poco gratificante, pero no especialmente complicado, siento si a alguien le ofende mi opinión.
Tenían varios anuncios publicados en Infojobs en los cuales no sólo solicitaban agentes, también coordinadores y supervisores de campaña. Decidí contactar con ellos directamente por su web, envié mi currículum para la candidatura de coordinadora y esperé.
Tan sólo un día. En seguida se pusieron en contacto conmigo para comunicarme la fecha de la entrevista. Fenomenal, así da gusto. Y allí me fui. En la primera entrevista, que era grupal, la responsable de recursos humanos nos vendió la moto como quiso. Se suponía que Qualytel buscaba una nueva plantilla debido a una gran expansión de sus plataformas. Nada de contratos temporales o campañas cortas, quería formar bien a sus nuevos empleados para que se sintieran a gusto como en su propia casa. Todos empezábamos de teleoperadores, ya que eran partidarios de la promoción interna, y nos aseguraron que al buen trabajador le esperaba un futuro brillante en la empresa. Salvo el sueldo, que no era más que el mínimo pactado en el convenio, todo lo demás parecía maravilloso. Horarios flexibles, buenas instalaciones, formación continuada... Vamos, un chollo en los tiempos que corren. En mi entrevista personal me metí en un lío sin ser consciente. La encargada me dijo que, debido a mi formación, podía encajar en cualquier departamento. Le pedí estar en el de "puntos", porque allí trabajaba mi tía, pero ella me convenció para que entrara en "retenciones", un área muy interesante y además con buen horario, en el que seguro que me iría muy bien. Dije que estaba interesada en hacer 40 horas, que era más dinero, sin ser consciente en aquel momento de que eso implicaba una jornada partida (y yo estaba a la espera de que me admitieran en un curso de radio por las tardes). La culpa fue mía, lo sé, en las entrevistas me pongo nerviosa y si me acribillan a información tiendo a decir a todo que sí, por si las moscas, que siempre estaremos a tiempo de decir luego que no. Después, en frío, en casa, ya es otra cosa. Pero bueno, me tranquilizó pensar que yo todavía no había firmado nada.
A los pocos días empezó la formación. Nada menos que dos semanas, por supuesto sin remunerar, para entender todos los entresijos de la empresa, aprender a manejar las aplicaciones y memorizar las ofertas de Vodafone. Fascinante. Creo que lo único positivo que saqué de aquella experiencia fue que pude ver con mis propios ojos toda la maraña de engaños y estafas que caracteriza a las compañías de telefonía e Internet. Estas se merecen un post a parte.
Editado el 25/02/2016 para responder a críticas: aclaro que la formación es sin remunerar por si alguien desconocía este dato. En mi opinión, es una pantomima, te roban tu tiempo y ni siquiera te enseñan realmente a utilizar sus odiosos sistemas. Las personas que ven bien no pagar la formación supongo que son las mismas que, cuando están puteadas en sus curros, no quieren que los demás se quejen o intenten tener mejor situación. Es decir, "si yo estoy mal, pues todos mal", y así nos va. En España nos bajan los salarios a lo bestia y no podemos hacer nada porque siempre habrá gente dispuesta a aceptar menos... Lo honrado sería hacer un proceso de selección todo lo exigente que quisieran y, una vez elegidos los trabajadores, entonces formarlos (cobrando, claro). Las empresas españolas exigen gente formada y con experiencia pero no se quieren gastar un euro en hacer mejorar las competencias de sus propios empleados, es muy triste. Eso de reinvertir en el negocio propio no se estila, solo quieren beneficios y más beneficios a costa de pagar cada vez menos y exigir más.
A lo que iba. Al principio, en el curso, todo lo pintaban maravilloso. El que iba a ser nuestrocoordi nos contaba cosas similares a las de la estupenda de rrhh. Le comenté al chico que en la entrevista había dicho que me interesaban las 40 horas, pero que lo había pensado mejor y quería sólo 30, ya que estaba esperando que me concedieran un curso de radio por las tardes.Ningún problema, me dijo. Bien, a partir de aquí empieza lo bueno.
Nunca me ha gustado hacer demasiado caso a la rumorología, y mucho menos si proviene de gente charlatana, de la que habla por hablar y dar la nota, pero el caso es que todo apuntaba a que esto no era tan bonito como lo pintaban. Unos afirmaban que el anuncio de Infojobs llevaba puesto años. Que siempre andan con el rollo de la expansión, y crear plantilla, y bla bla, pero que es todo mentira. Otros me aseguraron que esta empresa cobra subvenciones del fondo europeo por dar las formaciones, que por eso está constantemente dando cursos a gente (cursos de carácter selectivo, puedes hacer el curso pero luego no incorporarte al trabajo). También me comentaron que después reciben más subvenciones por hacer contratos, y más si son a jóvenes, o a mujeres, o a inmigrantes... y en general, a parados de larga duración. Por eso contratan a mucha gente de golpe y la echan al mes... El coordi en el curso ya nos comentó orgulloso que incuso habían sido entrevistados en un informativo de Aragón como empresa que luchaba contra la crisis creando cientos de puestos de trabajo, lo cual les hizo recibir aplausos y flores. Enhorabuena...
Fueron pasando los días, y cada vez recibíamos más información. El coordi nos fue comentando más cosas del funcionamiento interno de este lugar, y cuánto más sabía, más profunda era mi depresión. El departamento de "retenciones" era realmente el de las bajas. O sea, personas que llaman cabreadas con Vodafone (muy seguramente con razón) a las cuales tenemos que liar con promociones y ofertas o regalitos tontos con el fin de que no se vayan. Si aún con todo deciden irse, vamos a marearlas, haciendo que se sientan impotentes para que, aunque sea por no complicarse más la vida, decidan no darse de baja. Genial. Siempre he soñado con dedicarme al engaño y la mofa...
Editado el 25/02/2016 para responder a críticas: si aclaro en qué consiste el departamento de "retenciones" es porque no todo el mundo que me lee está familiarizado con la terminología de los centros de atención al cliente. Dudo que sea algo tan obvio. Lo de las estafas en retenciones no lo digo por Qualytel, lo digo por Vodafone y todas las empresas de telefonía en general. He pasado como usuaria por muchas y en todas intentan engañarte ofreciéndote regalos sin comentarte la letra pequeña. Soy experta en cambiarme de compañía y me ha pasado de todo con muchas de estas empresas.
Continuamos. Para mejorar la situación nos informaron de que sólo teníamos derecho a los descansos de cinco minutos y a uno largo de veinte establecidos por convenio, no acumulables, y además, en cada descanso había que fichar y sellar en varios sitios diferentes tanto al irte como al volver. Siento ser tan clara, pero si te da una cagalera, malamente te las vas a apañar en 5 minutos de los cuales hay que descontar más de dos que tardas en fichar. Elcoordi nos instaba a que llegásemos al trabajo a menos cuarto, ya que a parte de la ceremonia de fichaje, debíamos encender ordenadores y aplicaciones más lentas que el caballo del malo, y a las nueve en punto tenía que entrar nuestra primera llamada. Y lo mismo al irnos, no podíamos cerrar el equipo a menos cinco. Por otra parte, la media de las llamadas no debía superar los cuatro minutos, y cuando estuviéramos gestionando papeleo, teníamos que abrir una aplicación cronómetro y no tardar más de cuatro minutos por documento. Perdonarme, pero esas maneras de trabajar me parecen absurdas y abusivas. No debería ser ni legal tener semejante control sobre los trabajadores, lo cual además genera estrés y tensión. Los viernes publican unas listas con el tiempo que se ha excedido cada uno, "Alberto, 50 segundos, Pepe, 30 segundos, etc". Alucinante.
Editado el 25/02/2016 para responder a críticas: he trabajado como teleoperadora en otra empresa de Madrid y, después de una buena campaña, me ascendieron a coordinadora. El convenio de contact center, que es por el que se rige Qualytel y he comentado antes, lo tengo bastante mirado y además he tenido que explicarlo cuando he dado formaciones a mis agentes. Pero, desde luego, en aquella empresa de Madrid, no eran ni de lejos tan controladores como en Qualytel. Por supuesto que había que trabajar todas las horas del contrato, y no hacer el vago. Avisábamos de los descansos por filas para que no se cayera el servicio, pero siempre intentábamos que salieran juntas las personas que tenían más relación o amistad entre ellas. Yo también salía de vez en cuando con ellas, para conocerlas mejor. Pero ni mucho menos había que estar metiendo códigos en el PC ni en una máquina. Sólo había que pasar una tarjeta para salir o entrar del edificio (nosotros y el resto de empresas alojadas en el complejo). La gente se levantaba del ordenador para ir al baño o para atender una llamada personal urgente sin necesidad de comunicarlo en ninguna aplicación o de pedir permiso a un coordinador, simplemente ponían la centralita en pausa. Por supuesto, a los coordinadores nos quedaba constancia de ello, pero no le dabamos importancia, tan sólo hablábamos con un agente si se excedía demasiado en sus pausas durante varios días. Si no no. Además, en aquella empresa también controlábamos la duración de las llamadas, pero sólo como algo orientativo de cara al cliente que nos contrataba, no como exigencia o reproche al trabajador. Allí la calidad prevalecía sobre la cantidad. Respecto a las listas de tiempos excedidos, allí estaban, no gano nada inventando una tontería así.
Durante la formación tuvimos la ocasión de conocer en la plataforma a nuestros futuros compañeros, lo cual fue una gran experiencia para abrirnos los ojos. Todos afirmaban estar trabajando allí a la desesperada por no tener nada mejor, y además seguían buscando curro intensamente para salir de aquel lugar espantoso. Unos me aconsejaron no aceptar el trabajo, porque lo más probable es que tanto dolor de cabeza fuese en vano y no durase allí más de un mes. Otros me dijeron que si te lo tomas con calma, te sacas un dinero y punto, pero que cualquier viernes puede ser el último. Porque claro, comunican los despidos con unos 20 minutos de antelación. Nos comentaron que, de todas las personas que se incorporan después de la formación, apenas un dos o tres por ciento supera el periodo de prueba, la manera estrella de despedir a gente sin tener que indemnizarla. El office y los servicios estaban empapelados con panfletos de sindicatos que informaban sobre despidos, sin previo aviso, de personas de baja y embarazadas. Una maravilla de lugar.
La gota que colmó el vaso fue que me llamó mi tía a pocos días de acabar mi formación para decirme que la habían despedido. Así, por las buenas y sin motivo aparente. Ella, bien considerada por sus superiores, trabajadora y puntual, a la puta calle por que sí. Ella, ¡y los noventa de su promoción! ¡Esta vez no quedó ni uno! Con una terrible sensación en el estómago y de bastante mala leche fui a hablar con mi coordinador. Le recordé que me incorporaba el lunes y que todavía no sabía mi horario, y el curso de radio era muy importante para mí. Después de darse cuatro paseos y hablar con algún jefecillo, me confirmó que yo tenía que ir de lunes a viernes en jornada partida de 10 de la mañana a 8 de la tarde. ¡Todo el día encerrada en ese infierno! Así que con muchas dudas, algún llanto y el apoyo de mis amigas, de mis padres..., decidí sugerirle al coordi que se metieran su trabajo en adobo. Les planté y me fui a casa. Qué ancha me quedé...
Aún mantengo contacto con una compañera que sí se incorporó, y no me sorprendió nada cuando me dijo que a ella y a otras tantas ya las habían largado. Y otras se habían ido porque no lo pudieron soportar. Eso es Qualytel. Abusan de la situación económica en la que estamos, porque saben que muchas personas en paro y pasando necesidad no pueden permitirse el lujo de renunciar a un trabajo, por degradante que sea.
Podréis encontrar otras opiniones por Internet. Evidentemente hay ideas para todos los gustos, pero os puedo asegurar que la tónica mayoritaria es poner a estos sinvergüenzas a caer de un burro. Veréis que el anuncio que tienen en Infojobs es perenne, se renueva cada tres o cuatro días (y así durante años) prometiendo las mismas mentiras y chorradas. Podéis inscribiros si queréis, sobre todo si buscáis experiencias surrealistas o poneros a prueba. Incluso podéis trabajar allí, me parece estupendo, pero al menos sed conscientes de dónde os estáis metiendo.
No creáis que aquí acaba todo. ¡Todavía hay mucho más! La guinda del pastel. Pasará un tiempo hasta que consiga expulsar a Qualytel de mi vida completamente. Pero como este post ha resultado ser demasiado largo, lo dejaremos en un Continuará...
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