‘Secuestrada’ por Orange
Una salmantina denuncia que la operadora le corta la línea fija y ADSL, se la sigue cobrando, le pide que se vaya a la competencia y luego le niega la portabilidad. Le ha dejado sin servicio y se lo sigue cobrando...
La salmantina M.P.S. está viviendo una pesadilla que nunca pensó que fuera a ocurrirle a ella. Su proveedora de internet, telefonía fija y móvil, Orange, le cortó hace 53 días el ADSL y el fijo, pero se lo sigue cobrando, no se lo restablece y le pidió que se pasara a la competencia, Movistar, pero una vez cambiado el móvil le niega la portabilidad y no puede recuperar internet y el fijo. Se ha quedado entre dos aguas y sigue pagando un servicio que le han cortado sin dar explicaciones. Se siente indefensa, desasistida y estafada.
Todo empezó antes de mayo cuando recibió una carta de Orange en la que le comunicaban que iban a cambiarle el ADSL por la fibra óptica y proporcionarle 300 megas de internet. Ella les pidió que le comunicaran las condiciones.
A primeros de mayo se presentó un técnico en su domicilio para cambiar la instalación, pero se fue sin tocar nada, porque no encontró infraestructura para poner la fibra óptica.
Eso fue un viernes, pero el lunes ella ya no tenía servicio de ADSL en su vivienda, porque la compañía dio por hecho que ya se había producido el cambio, y en sus ordenadores ya figuraba como usuaria de la fibra óptica.
Al verse sin teléfono fijo ni internet se puso en contacto con el servicio de soporte técnico de Orange para contarles lo sucedido, “pero me decían que no podía ser porque ellos veían que yo tenía los 300 megas de la fibra óptica”, comenta la afectada.
Tras numerosas comunicaciones con el servicio técnico, cada vez en un call center distinto (le atendieron trabajadores de Barcelona, Sevilla, Guadalajara, Orense, Vigo,…) le enviaron dos técnicos a finales de mayo para revisar las instalaciones, y se encontraron que no había fibra óptica en esa parte del edificio y le piden que se ponga en contacto con el servicio técnico de nuevo para decírselo.
Más de lo mismo. Tras otra ronda de llamadas por fin alguien de la empresa le reconoce que le han “cortado el cable” literalmente y que es algo atribuible a alguien de Orange que son los que tienen acceso a la línea desde su origen, que es donde se produjo ese corte. Reconoce, igualmente, “que es algo que nunca les había pasado” y que era “grave”.
Le propusieron que cambiara de proveedor, concretamente a Movistar. Que hiciera una portabilidad y luego Movistar le hiciera la instalación de la línea de internet y teléfono fijo, y que cuando eso estuviera hecho “les pidiera vovler a Orange”.
La segunda parte de la propuesta no le convencía, porque ya estaba desencantada con Orange, pero pidió la portabilidad a Movistar.
Al momento consiguió la portabilidad del móvil, pero pasaban los días y no llegaban los operarios de la nueva compañía para hacerle la instalación de Internet y teléfono fijo.
A primeros de mayo se presentó un técnico en su domicilio para cambiar la instalación, pero se fue sin tocar nada, porque no encontró infraestructura para poner la fibra óptica.
Eso fue un viernes, pero el lunes ella ya no tenía servicio de ADSL en su vivienda, porque la compañía dio por hecho que ya se había producido el cambio, y en sus ordenadores ya figuraba como usuaria de la fibra óptica.
Al verse sin teléfono fijo ni internet se puso en contacto con el servicio de soporte técnico de Orange para contarles lo sucedido, “pero me decían que no podía ser porque ellos veían que yo tenía los 300 megas de la fibra óptica”, comenta la afectada.
Tras numerosas comunicaciones con el servicio técnico, cada vez en un call center distinto (le atendieron trabajadores de Barcelona, Sevilla, Guadalajara, Orense, Vigo,…) le enviaron dos técnicos a finales de mayo para revisar las instalaciones, y se encontraron que no había fibra óptica en esa parte del edificio y le piden que se ponga en contacto con el servicio técnico de nuevo para decírselo.
Más de lo mismo. Tras otra ronda de llamadas por fin alguien de la empresa le reconoce que le han “cortado el cable” literalmente y que es algo atribuible a alguien de Orange que son los que tienen acceso a la línea desde su origen, que es donde se produjo ese corte. Reconoce, igualmente, “que es algo que nunca les había pasado” y que era “grave”.
Le propusieron que cambiara de proveedor, concretamente a Movistar. Que hiciera una portabilidad y luego Movistar le hiciera la instalación de la línea de internet y teléfono fijo, y que cuando eso estuviera hecho “les pidiera vovler a Orange”.
La segunda parte de la propuesta no le convencía, porque ya estaba desencantada con Orange, pero pidió la portabilidad a Movistar.
Al momento consiguió la portabilidad del móvil, pero pasaban los días y no llegaban los operarios de la nueva compañía para hacerle la instalación de Internet y teléfono fijo.
No hay portabilidad
Los llamó y le dijeron que Orange no les facilitaba la portabilidad “porque los datos que tenían ellos no eran los que yo le di a Movistar, y es mentira”. Hasta cuatro veces lo intentó Movistar pero no lo logró.
M.P.S. contactó de nuevo con Orange para pedirles explicaciones de por qué no autorizaban la portabilidad cuando la idea había surgido de ellos mismos. “Me dijeron que como mi línea estaba en el limbo y había problemas con Movistar, que me iban a instalar un módem 4G conectado a la red eléctrica de mi casa para tener internet a través de la señal del móvil, y que luego le pidiera la portabilidad a Jazztel, y que cuando estuviera con ellos y una vez me hubieran instalado la conexión de internet y telefonía fija pidiera de nuevo la portabilidad para volver a Orange”, comenta. La misma argucia que con Movistar.
“Les dije que no, que no quería saber nada de Jazztel ni de ellos, que quería la portabilidad a Movistar aunque sea más cara, pero no me han vuelto a responder”, explica cabreada.
Los llamó y le dijeron que Orange no les facilitaba la portabilidad “porque los datos que tenían ellos no eran los que yo le di a Movistar, y es mentira”. Hasta cuatro veces lo intentó Movistar pero no lo logró.
M.P.S. contactó de nuevo con Orange para pedirles explicaciones de por qué no autorizaban la portabilidad cuando la idea había surgido de ellos mismos. “Me dijeron que como mi línea estaba en el limbo y había problemas con Movistar, que me iban a instalar un módem 4G conectado a la red eléctrica de mi casa para tener internet a través de la señal del móvil, y que luego le pidiera la portabilidad a Jazztel, y que cuando estuviera con ellos y una vez me hubieran instalado la conexión de internet y telefonía fija pidiera de nuevo la portabilidad para volver a Orange”, comenta. La misma argucia que con Movistar.
“Les dije que no, que no quería saber nada de Jazztel ni de ellos, que quería la portabilidad a Movistar aunque sea más cara, pero no me han vuelto a responder”, explica cabreada.
Expediente
Movistar, por su parte, le ha dicho que no puede seguir con el expediente abierto de la portabilidad que nunca va a autorizar Orange y le ha sugerido que contrate partiendo desde cero todos los servicios con Movistar, lo que le implicaría cambiar de número de fijo y de móvil. Además de perder el dinero que ha estado pagando desde mayo por un servicio que no recibe y el sobrecoste de tener otra línea con Movistar.
Ha puesto estos hechos en conocimiento de la oficina del consumidor y lo ha denunciado ante la Policía, pero no tiene muchas esperanzas de que esos movimientos vayan a deshacer esta madeja.
Quiere pedir responsabilidades a Orange y que lo solucione tras 53 días sin prestarle un servicio, aparentemente por una negligencia de la empresa, y pasarle los recibos puntualmente.
“Siento impotencia. No veo la salida. Es una pesadilla. A veces digo que no puede ser real. Me siento desasistida”, comenta.
Movistar, por su parte, le ha dicho que no puede seguir con el expediente abierto de la portabilidad que nunca va a autorizar Orange y le ha sugerido que contrate partiendo desde cero todos los servicios con Movistar, lo que le implicaría cambiar de número de fijo y de móvil. Además de perder el dinero que ha estado pagando desde mayo por un servicio que no recibe y el sobrecoste de tener otra línea con Movistar.
Ha puesto estos hechos en conocimiento de la oficina del consumidor y lo ha denunciado ante la Policía, pero no tiene muchas esperanzas de que esos movimientos vayan a deshacer esta madeja.
Quiere pedir responsabilidades a Orange y que lo solucione tras 53 días sin prestarle un servicio, aparentemente por una negligencia de la empresa, y pasarle los recibos puntualmente.
“Siento impotencia. No veo la salida. Es una pesadilla. A veces digo que no puede ser real. Me siento desasistida”, comenta.