Más de 17 mil personas multadas en el primer año de la Ley Mordaza…
averigua los motivos…
El periodista Guillermo Elejabeitia hace una nota en profundidad de los casos más emblemáticos por los que han sido multadas más de 17 mil personas en un año de Ley Mordaza. Y aclara… no son los más impactantes…
Esta escandalosa cifra se acrecienta en sus efectos exponencialmente cuando se conocen los motivos, que comienzan a marcar no solo una cotidianidad represiva, sino surrealista. Desde las causas más nimias, caprichosas, antojadizas hasta cuestiones que tiene directamente que ver con la represión a la expresión de las ideas políticas.
Es menester que aquellos y aquellas figuras políticas que tanto propalan los supuestos -u objetivos- beneficios de votarles deroguen en forma inmediata esta ley criticada y repudiada por todos los organismos de derechos humanos internacionales, así como organizaciones y movimientos sociales.
A seguir un artículo elaborado por el periodista Guillermo Elejabeitia que reproducimos a continuación:
Un año de la ley mordaza
17.206 personas denunciadas por llamar ‘colega’ a un agente, criticarle en la red, censurar que aparque mal el coche patrulla… Sin juicio ni jueces. La nueva Ley de Seguridad Ciudadana cumple su primer y polémico año de vida.
A una panadera le caen 100 euros de multa por criticar que un agente aparcara mal para comprar un bollo. Y a una periodista, 600 por saltarse el cordón para entrevistar al abogado de Pujol. No son los peores casos.
Domingo 22 de mayo, inmediaciones del estadio Vicente Calderón. Una joven se dirige a su casa en medio de un enorme despliegue policial con motivo de la final de la Copa del Rey. Va escuchando música por los auriculares y mirando distraídamente el móvil cuando dos policías corren tras ella y le dan el alto. Minutos después continúa su camino con una mezcla de sorpresa e indignación y una denuncia en la mano. ¿El motivo? Llevar un bolso con la cara de un gato enmarcada por las siglas A.C.A.B y el mensaje ‘All cats are beautiful’ (Todos los gatos son hermosos). Pero el acrónimo es también conocido como consigna antipolicial: ‘All cops are bastards’ (Todos los policías son unos bastardos). Y no les convenció.
El mero hecho de exhibirlo por la calle fue considerado una «falta de respeto a las fuerzas de seguridad en el ejercicio de sus funciones», infracción que, en virtud de la Ley de Seguridad Ciudadana, puede acarrear una multa de entre 100 y 600 euros. «Intenté dialogar, pero como veía que cuanto más hablaba más nerviosos estaban, desistí». Solo al leer detenidamente la denuncia volvió sobre sus pasos para exigir una rectificación: «Habían escrito que en el bolso ponía ‘All cops are bastards’ y eso no era cierto. ¿Cómo iba yo a demostrar después que era ese y no otro el bolso por el que me denunciaron?». Los policías se negaron a cambiar una coma, aunque dos días después se archivaba el caso, que se había convertido en lo más visto en Twitter.
La ley, al detalle
Orden público más estricto
La Ley de Seguridad Ciudadana actualiza una norma similar de 1992, pero es más estricta en temas de orden público. Castiga las sentadas, la ocupación de lugares públicos o las manifestaciones ante sedes parlamentarias.
Menos control judicial
Llegó de la mano de la reforma del Código Penal en la que desaparecieron las faltas. Algunas pasaron a ser infracciones administrativas, que no las revisa un juez a no ser que se recurran. Los expertos dicen que «desequilibra el balance de poderes a favor del Ejecutivo». Está recurrida ante el Tribunal Constitucional.
Sin apoyos políticos
El anteproyecto recibió críticas de partidos políticos y organizaciones internacionales antes incluso de elaborarse. Su redacción final, aunque eliminó infracciones polémicas como los «ultrajes a España», se aprobó solo con los votos del PP.
«No Somos Delito»
Es la plataforma que engloba a más de 80 colectivos contrarios a las reformas legales que «han criminalizado la protesta». Más de 60 ayuntamientos e instituciones se han comprometido a no aplicarla.
105
personas han sido denunciadas de media cada día desde que entró en vigor la ley por «faltas de respeto» y «desobediencia» a la autoridad o a sus agentes.
77,8%
de las denuncias tramitadas por la Ley de Seguridad Ciudadana corresponden a infracciones por consumo o tenencia ilícita de drogas. El 8,3% tiene que ver con el control de armas y apenas un 0,17% con la fabricación y manipulación de explosivos. Las faltas de respeto y desobediencias suman 31.483, un 8,5% del total.
23.932
de las 31.483 denuncias por faltas de respeto o desobediencia acabaron en sanciones. Son el 75%.
600.000
euros es la pena máxima para infracciones muy graves, como manifestaciones sin comunicar ante «infraestructuras críticas» o la celebración de espectáculos prohibidos.
No ha sido el primer aluvión de críticas contra la conocida como ‘Ley Mordaza’. La norma más contestada del Gobierno de Mariano Rajoy cumplirá el 1 de julio un año en vigor con el rechazo de amplios sectores de la ciudadanía y todos los partidos de la oposición enfrente, además de organismos como Amnistía Internacional o el Consejo de Europa. La normativa, que venía a actualizar una similar de 1992, regula aspectos como la fabricación de armas, el consumo de drogas o la prestación de servicios sexuales en la vía pública, pero son los artículos que se refieren al orden público los que han generado mayor malestar.
De las 372.018 denuncias que se cursaron entre julio de 2015 y abril de 2016, la inmensa mayoría (77,8%) están relacionadas con la tenencia ilícita de estupefacientes. Pero hay 17.206 expedientes bajo el epígrafe «faltas de respeto a fuerzas de seguridad» y otros 14.277 por «desobediencia o resistencia a la autoridad», de los que el 75% acaban en sanción. Tras ese enunciado, que muchos tachan de «ambiguo», se esconde un rosario de situaciones rocambolescas, desde una queja en Facebook porque la Policía Local no contesta al teléfono a otras por llamar ‘colega’ a un agente o criticar abiertamente que un coche patrulla esté mal aparcado. La penúltima perla es el bolso de los gatitos.
El primer caso en levantar polvareda lo motivó un comentario mordaz colgado en las redes sociales. Eduardo Díaz, un canario de 27 años con una página en las redes sociales donde analiza la actualidad local en tono satírico, se vino arriba al enterarse de que la alcaldesa pensaba trasladar las dependencias policiales: «Lo mejor para controlar a una casta de escaqueados bien acomodados en convenios y estatutos es alejarlos del centro de poder. Sí señor. Qué grandes». A las pocas horas tenía a dos agentes llamando a la puerta de casa. Le comunicaron que había sido denunciado por faltarles al respeto.
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http://www.ideal.es/sociedad/201606/13/mordaza-20160611192745.html