El gran negocio de las eléctricas garantizado por la línea directa con el poder político a través de las puertas giratorias
Las empresas eléctricas han camuflado en las facturas de la luz, 80.000 millones, desde la liberación del sector en 1998, donde los consumidores han visto cómo el precio de la luz ha aumentado más del 80% mientras los beneficios de las eléctricas no han dejado de crecer. Liberalizar el mercado fue el regalo que se les hizo a las grandes eléctricas para forrarse por parte del Gobierno de Aznar.
Moratoria nuclear.- Siete centrales nucleares en proyecto fueron suspendidas tras la moratoria nuclear de 1983. La indemnización a las eléctricas, sobre todo a Iberdrola, se paga año a año a través de la factura de la luz. Con una indemnización de 10.573 millones el PSOE, trató de "rescatar financieramente a las empresas eléctricas del país, que se habían embarcado en un proceso de inversión faraónico, derivado de una planificación delirante, en absoluta contradicción con las necesidades constatadas de la demanda eléctrica en España".
Por liberación del sector.- El primer pago "ilegítimo" se produce con la llegada del libre mercado, las empresas "temían" una bajada de los precios. Así, "si el precio del mercado diario de la electricidad no llegaba a una cantidad concreta se ponían en marcha unos mecanismos que garantizaban que las empresas cobraran la cantidad deseada", Por este concepto, el Gobierno concedió ayudas a las eléctricas por valor de 7.327 millones, que aún hoy siguen pagando los consumidores en su factura.
El "Déficit de tarifa".- El segundo gran regalo del Gobierno del PP a las eléctricas se llamó "déficit de tarifa". En el año 2000, el ministro de Economía, Rodrigo Rato, estableció un límite para el precio de la luz. Si el dinero que ingresaban las empresas a través de la factura de la luz era inferior a los costes acordados, el Estado le debía esa diferencia a las empresas. Se había creado la deuda con las eléctricas, que fue creciendo desbocadamente año tras año. A finales de 2013, los consumidores habían pagado a través de su factura 13.169 millones de euros y quedan por pagar otros 27.700 millones.
Rescate encubierto de las Eléctricas.- El Gobierno de Zapatero con motivo de la llegada de la crisis, frente a la caída del consumo de energía, por el mantenimiento de unas instalaciones inactivas, como las de ciclo combinado y por si se necesitan en algún momento, los pagos por capacidad, reactivados en 2007 y camuflados en la factura de la luz, supusieron a los consumidores 12.476 millones de euros.
En el supuesto de que se produzca un pico de demanda eléctrica, el Gobierno acordó con los grandes consumidores de electricidad (acereras, sector cerámico, etc.) la posibilidad de cortarles puntualmente el servicio para garantizar el suministro a la población. A cambio, la factura de la luz incluye otro concepto, los llamados pagos por interrumpibilidad, por los que los hogares subvencionan a industrias como Acerosa o Porcelanosa con 500 millones al año. Entre 2008 y 2013, los consumidores pagaron a la gran industria 2.700 millones de euros
Dinero caído del cielo.- La forma en la que se calcula el precio de la electricidad en las subastas diarias asigna el mismo precio (el más alto hasta que se cubre la demanda del día siguiente) a todas las instalaciones productoras de electricidad incluidas las centrales nucleares y las hidroeléctricas, cuyas inversiones están amortizadas desde hace décadas. Si se hubiera mantenido el marco legal previo a la liberalización, estas centrales habrían obtenido 10.583 millones de euros menos.
Intermediarios financieros.- En medio de la crisis, en 2009, el Gobierno del PSOE autorizó el inicio de la subasta CESUR, un mecanismo trimestral para asegurar un precio de la electricidad durante los siguientes tres meses, un mercado al servicio de la especulación a cargo de operadores financieros. En 2013, la manipulación del mercado por parte de las eléctricas y los operadores financieros fue tan descarada que el Gobierno de Mariano Rajoy anunció para el siguiente año la eliminación de este mecanismo. En estos cinco años, los hogares pagaron 1.511 millones de euros a los intermediarios financieros, según el ODG.
La doble cara de las primas de las Renovables.- Desde hace años, el Gobierno y las eléctricas culpan a las renovables del aumento de las tarifas de la luz, dado el peso considerable de las primas a este tipo de energía en la factura. Durante el Gobierno de Zapatero, las ayudas a la 'energía verde', infladas en lo que se conoció como "la burbuja fotovoltaica", generaron un vertiginoso crecimiento de las renovables. También un abaratamiento de esta tecnología, que desplazó a otras alternativas mucho más caras, como las centrales de ciclo combinado. Si por un lado las primas a las renovables contribuyen a engordar la factura, también tiran para abajo el precio de la electricidad en el mercado diario donde se subasta.