Carta de un parado para otros parados
Soy parado de larga duración y no creo que vuelva a trabajar más, pues tengo 54 años (si no hay trabajo para los jóvenes menos para los de mi edad) y además estoy hecho polvo de salud como le pasa a otros trabajadores.
Por eso mismo me da la opción para decirte parado o parada, que te comprendo, que sé por lo que estás pasando, sé que no puedes dormir por la noche, que te angustia la situación en la que te encuentras, pero eso es lo que ha de darte la fuerza necesaria para salir del hoyo en el que estás: por ti, por tus hijos y por tu familia.
Esta no es tu crisis, y no tienes por qué pagarla; no eres culpable; los trabajadores sólo somos culpables de permitir cargar con sus consecuencias, culpables de nuestro desánimo, del "no se puede hacer nada", cuando en realidad sí que se puede hacer.
Tienes que luchar como se ha hecho siempre, pues nunca nadie te ha regalado nada, lo conseguido fue a base de lucha y de trabajo. Y ahora es necesario que defiendas lo que nuestros padres y abuelos consiguieron con mucho sufrimiento. Hay que luchar, salir a la calle para impedir que te sigan robando, haciéndote daño y violando tus derechos.
Pero no lo hagas solo/a, hagámoslo juntos, hombro con hombro, pues solo la unidad de la clase obrera nos dará la fuerza necesaria para vencer. No va a ser fácil, nunca lo ha sido, pero no es imposible, ya que está demostrado que cuando los trabajadores y las trabajadoras nos unimos, nadie nos puede parar.
Por eso, compañero, compañera; luchemos juntos por nuestros derechos. No nos dejan otra alternativa.
Esta no es tu crisis, y no tienes por qué pagarla; no eres culpable; los trabajadores sólo somos culpables de permitir cargar con sus consecuencias, culpables de nuestro desánimo, del "no se puede hacer nada", cuando en realidad sí que se puede hacer.
Tienes que luchar como se ha hecho siempre, pues nunca nadie te ha regalado nada, lo conseguido fue a base de lucha y de trabajo. Y ahora es necesario que defiendas lo que nuestros padres y abuelos consiguieron con mucho sufrimiento. Hay que luchar, salir a la calle para impedir que te sigan robando, haciéndote daño y violando tus derechos.
Pero no lo hagas solo/a, hagámoslo juntos, hombro con hombro, pues solo la unidad de la clase obrera nos dará la fuerza necesaria para vencer. No va a ser fácil, nunca lo ha sido, pero no es imposible, ya que está demostrado que cuando los trabajadores y las trabajadoras nos unimos, nadie nos puede parar.
Por eso, compañero, compañera; luchemos juntos por nuestros derechos. No nos dejan otra alternativa.
Jaime RC