El PsoE ofrece a la patronal más poder sindical a costa de los Comités de Empresa
El PSOE ha desvelado su reforma laboral. Y lo ha hecho en dos encuentros celebrados con organizaciones patronales y grandes empresas. Propone cambiar el modelo de relaciones laborales.
Las reuniones se celebraron hace unas semanas y tuvieron como invitada a la secretaria de Empleo del Partido Socialista, Luz Rodríguez. Los anfitriones fueron los abogados del despacho Analistas de Relaciones Industriales (Arinsa), encabezados por Fabián Márquez, un histórico del sector desde sus tiempos de asesor de José María Cuevas al frente de CEOE. Y los invitados -hubo dos encuentros- fueron empresas y organizaciones empresariales del sector servicios, principalmente comercio y hostelería, además de la industria, la logística y los transportes.
Y fue en ese contexto en el que la responsable de empleo del último Gobierno socialista avanzó que su partido, de gobernar, propondrá que los convenios colectivos sean negociados por los sindicatos legalmente representativos en lugar de por los comités de empresa. Según Rodríguez, de lo que se trata es de modernizar las relaciones laborales, y a la vista de lo que ha sucedido en los últimos años la realidad es que la firma de convenios colectivos mantiene una clara tendencia a la baja.
Lo que propone el PSOE es que tanto los comités de empresa como los delegados de personal centren su actividad dentro de la empresa en otras funciones vinculadas al convenio, pero dejando que sean los sindicatos, como sucede en muchos países, quienes negocien las relaciones laborales en cada centro de trabajo. Es decir, se pasaría a una mayor centralización de la negociación colectiva, como existe en Alemania.
Esa reforma, entiende la responsable de empleo socialista, vendría a superar 30 años de una confrontación dialéctica histórica entre UGT y CCOO que no resolvió el Estatuto de los Trabajadores. La Ley Orgánica de Libertad Sindical confiere la representatividad para negociar un convenio a aquellos sindicatos que obtengan el 10% de todos los delegados y comités de empresa. O el 15% en el caso de las comunidades autónomas.
Protagonismo sindical
Mientras que la Unión General de Trabajadores siempre ha defendido mayor protagonismo de los sindicatos, a imitación del modelo de relaciones laborales existente en el centro y norte de Europa, CCOO ha reivindicado el modelo italiano, en el que los comités de empresa o los consejos de fábrica, como legítimos representantes de los trabajadores, son quienes deben adquirir todo el protagonismo. Esta discrepancia es la que ahora quiere superar el PSOE si alcanza el gobierno.
Entre otras cosas, porque los tiempos han cambiado y hoy los sindicatos viven sus horas más bajas desde la Transición, mientras que los comités de empresa han perdido buena parte de la fuerza que tuvieron antaño, como se refleja en la escasa afiliación y, sobre todo, en la reducción continuada del número de convenios que se firman cada año. Un par de datos lo acreditan. Mientras que en 2007 patronales y sindicatos suscribieron 6.016 convenios colectivos, que afectaron a 11,6 millones de asalariados, en 2014 (cifra provisional) apenas se alcanzaron 3.522 acuerdos que afectaron a 7,6 millones de asalariados.
El Estatuto de los Trabajadores deja bien claro que solo la representación de los trabajadores está legitimada para negociar en los convenios de empresa y de ámbito inferior. Es decir, el comité de empresa, los delegados de personal o las secciones sindicales si las hubiere que, en su conjunto, sumen la mayoría de los miembros del comité.
La reforma del modelo de negociación colectiva, en todo caso, es una buena noticia para los empresarios, que siempre han querido 'profesionalizarla' a través de un sistema que refuerce el papel de los agentes sociales. El propio Juan Rosell, presidente de CEOE, ha reclamado una vía de financiación con fondos públicos para que la patronal -en esto le apoyan los sindicatos- pueda financiar con recursos suficientes la negociación de miles de convenios colectivos.
La reunión de Luz Rodríguez con los representantes de la gran empresa y de las organizaciones empresariales sirvió, igualmente, para dar una señal de moderación sobre los cambios que proponen los socialistas en la legislación laboral. Y es en este contexto en el que hay que situar que el PSOE haya enterrado la reivindicación de las 35 horas semanales.
Existe ya un compromiso público de que no se derogará totalmente la reforma laboral. Y en particular, el capítulo de las indemnizaciones por despido, que es una de las cuestiones que más preocupan a los empresarios. Otra cosa distinta es lo que suceda con asuntos como la flexibilidad interna en las empresas, las cláusulas de descuelgue o la ultractividad (el periodo de vigencia de un convenio). Sin olvidar que el grupo socialista llegó a presentar un recurso de inconstitucionalidad a la reforma laboral del PP.
Falsos autónomos
Luz Rodríguez desveló ante los empresarios que su partido cambiará la actual legislación sobre los trabajadores por cuenta propia, ya que, en su opinión, bajo la capa del trabajador autónomo se esconden relaciones laborales que son realmente de asalariados. Son los llamados 'falsos autónomos'.
El PSOE, asimismo, propondrá un endurecimiento de las causas en que un trabajador puede ser apartado de una plantilla mediante la subcontratación. En concreto, se propone la adopción de criterios claros para evitar que se desdibuje la pertenencia de un trabajador a una plantilla, apuntándose la posibilidad de un modelo de integración similar al de los trabajadores de ETT en términos salariales respecto de la empresa principal.
Respecto de los modelos de contratos, junto con el coste del despido, el asunto más sensible, Luz Rodríguez asume que los contratos deben tener naturaleza causal, es decir, una posición muy alejada del llamado contrato único, que permite despedir sin dar más explicaciones. En su opinión, el contrato único es demasiado estrecho para atender la compleja casuística de las empresas.
El contrato único es, precisamente, uno de los ejes de la propuesta laboral de Ciudadanos, cuyo responsable económico, Luis Garicano, ha sido desde el primer día uno de sus principales impulsores a través de Fedea. Y parece probable que el PSOE solo podría gobernar con el partido de Albert Rivera (o viceversa).
Ahora bien, el Partido Socialista plantea reducir las actuales modalidades, toda vez que no son más que contratos subvencionados. El PSOE propone, en concreto, regular tres o cuatro contratos incluyendo los fijos discontinuos o indefinidos temporales en su más amplia acepción. Para Luz Rodríguez, una futura reforma debiera diseñar con claridad la causa de los contratos y no tendría por qué distinguir entre temporales y eventuales por obra o servicio determinado, siempre que la causa de la contratación esté bien configurada. La no causalización sería marginal siempre que fuera por periodos muy cortos y los contratos no estuvieran encadenados.