No quiero quie seas mi padre,quiero que seas compañero.
No quiero que me piropees, quiero que me respetes. No quiero que me ayudes, quiero que compartas tareas. No quiero que inventes nuevas palabras, quiero que utilices las que ya existen. No quiero que levantes la voz, no es necesario para tener razón. No quiero que te mofes de las reuniones de mujeres, tampoco quiero que las temas. No quiero que des por hecho que no puedo hacer algo, quiero que me preguntes antes. No quiero que acapares el discurso, quiero que me escuches también.
Estas situaciones son reales, se dan en nuestra casa. Se llaman MICROMACHISMOS. Micromachismo, terrorismo íntimo, violencia suave o invisible es la práctica de dominación y violencia masculina en la vida cotidiana. Comprenden un amplio abanico de maniobras interpersonales y se señalan como la base y caldo de cultivo de las demás formas de la violencia de género o violencia machista: maltrato psicológico, emocional, físico, sexual y económico.
Nos incomodan, nos asustan, nos malhumoran, nos hacen sentir mal, y a muchas nos sacan de quicio. Nos creemos personas igualitarias, solidarias..., pero realmente lo somos??? Hay que serlo en todos los ámbitos y con todas las personas, no sólo en lo laboral. Es incómodo para nosotras estar cada día dando toques de atención y escuchar los eternos "ya estaaaaamos". Es incómodo que te valoren por tus tetas y no por tus aptitudes. A vosotros no os valoramos por vuestros güevos.
