El primer indicador sobre dinamismo laboral constata una mayor temporalidad en el mercado de trabajo tras la reforma laboral
La rotación de empleados en el mercado laboral español se ha incrementando en España desde el inicio de 2013 de la mano de una mayor temporalidad y coincidiendo con la reforma laboral, que ha introducido mayor flexibilidad y un abaratamiento del despido improcedente.
Así se desprende del primer indicador sobre dinamismo laboral, elaborado por la empresa de soluciones para el desarrollo del capital humano Meta4 y el IESE Business School.
El indicador, que se presentará en lo sucesivo con carácter semestral, tiene en cuenta la evolución del empleo en 21 sectores económicos (150.000 empleados y 618 empresas) y se centra en el flujo trabajadores que entran en puestos ya existentes y que los dejan sin que destruya dicho puesto, todo ello sin afectar al tamaño de las plantillas.
Esto incluye cambios de empleados para el mismo puesto de trabajo, por baja voluntaria o decisión empresarial, cambios estructurales en las empresas, así como jubilaciones.
El informe precisa que se distinguen dos periodos claramente diferenciados, el que va de 2010 a 2012, en el que el dinamismo laboral se mantiene estable, y otro a partir de 2013 en el que aumenta “significativamente”, coincidiendo ya con la última reforma laboral.
Concretamente, entre el primer trimestre de 2013 y el segundo trimestre de 2014, el indicador de dinamismo laboral pasa de un 12,1% a un 16,4% y llega a alcanzar el 19,7% en 2013.
De este modo, durante los últimos 18 meses, los empleados que han cambiado de puesto de trabajo, ya sea en la misma compañía o entre empresas distintas, ha pasado de ser del 12% al 16%.
En el trasfondo de estos datos, el informe señala que leves aumentos del dinamismo se deben a una mayor destrucción de puestos de trabajo y que la mayor parte de explica por la rotación en las empresas debido al creciente peso de los contratos temporales.
Así, las bajas por finalización de estos contratos han pasado del 20% del total en 2010 a más del 40% en 2014. Por otro lado, los contratos con duración inferior a un mes ha aumentado ligeramente su peso –del 6% en 2010 al entorno del 7% en 2013–.
EL EFECTO DE LA TEMPORALIDAD Y LA REFORMA LABORAL.
En la rueda de prensa de presentación del informe, el investigador del IESE Ramón Pin asegura que en fases de crisis económica un mayor dinamismo laboral apunta a un mayor recurso a la temporalidad por parte de las empresas por la incertidumbre económica, pero que una vez se consolide la recuperación será un indicador de cómo se retiene el talento en las empresas.
Así, ha señalado que en la primera parte de 2013 queda patente “el esfuerzo de las empresas por adaptar los salarios por entradas y salidas de trabajadores para ser más competitivos”, al margen de los cambios que se hayan podido introducir gracias a la mayor flexibilidad interna.
Por su parte, la directora de Investigación del IESE, Marta Elvira, no ha hablado de “causalidad” con la reforma laboral, pero ha manifestado que es evidente que “existe más flexibilidad desde finales de 2012″ y que también ha sido clave en el mayor dinamismo laboral la posibilidad de renovar contratos temporales.
Finalmente, Pin ha admitido que “es verdad que para el futuro, los puestos de trabajo para aquellos que estén más preparados serán mejor remunerados y que habrá que formar a los jóvenes para no condenarles a los trabajos más precarios”.
Así, ha señalado que en la primera parte de 2013 queda patente “el esfuerzo de las empresas por adaptar los salarios por entradas y salidas de trabajadores para ser más competitivos”, al margen de los cambios que se hayan podido introducir gracias a la mayor flexibilidad interna.
Por su parte, la directora de Investigación del IESE, Marta Elvira, no ha hablado de “causalidad” con la reforma laboral, pero ha manifestado que es evidente que “existe más flexibilidad desde finales de 2012″ y que también ha sido clave en el mayor dinamismo laboral la posibilidad de renovar contratos temporales.
Finalmente, Pin ha admitido que “es verdad que para el futuro, los puestos de trabajo para aquellos que estén más preparados serán mejor remunerados y que habrá que formar a los jóvenes para no condenarles a los trabajos más precarios”.
Fuente: elEconomista.es