martes, 10 de julio de 2012

RIESGOS PSICOSOCIALES: ESTRÉS

Que el estrés no acabe con su productividad

Entre un 50% y un 60 % de las bajas laborales está relacionada con el estrés, uno de los riesgos psicosociales que más se sufre en la empresa. Atajar sus consecuencias implica modificar la organización del trabajo, una mayor participación del empleado y un cambio de liderazgo.

El 79% de los directivos considera que el estrés constituye un gran problema en sus organizaciones, similar al de los accidentes laborales. Así se desprende de la Encuesta europea de empresas sobre riesgos nuevos y emergentes (Esener) realizada entre 31 países de Europa. Datos que, unidos a que el 80% de los profesionales europeos opina que en los próximos cinco años aumentará de manera notable el número de personas que sufrirán estrés, evidencian que el estado psicológico de los profesionales es un área en la que hay que prestar especial atención.

Los riesgos psicosociales son, según Carlos Catalina, especialista en psicología clínica de Ibermutuamur, “aquellos aspectos del diseño, la organización y la gestión del trabajo que tienen el potencial de dañar la salud de los empleados”. El estrés es sólo uno de ellos, pero el más conocido porque, como señala Antonio Cirujano, director técnico del área de prevención de Fremap “toma distintas formas según el factor que lo provoque, y puede ir desde el estrés por exceso o contenido de trabajo hasta el burnout o el mobbing”.

Pero el abanico es muy extenso y según datos de la Unión Europea los más comunes en las empresas son la falta de tiempo y la relación con terceros (clientes, pacientes, usuarios), seguidos por otros aspectos referentes a las relaciones dentro de las compañías, como la comunicación, la cooperación y el estilo de supervisión.

Consecuencias
Los daños de estas dolencias repercuten por supuesto en la persona, pero también en la empresa. En concreto, se estima que entre un 50% y un 60% de las jornadas de trabajo perdidas guardan algún tipo de relación con el estrés. Mientras que los costes anuales ascienden a 20.000 millones de euros según la Comisión Europea. Jordi Serra, director del área de psicosociología de la prevención de Asepeyo, recuerda que “los problemas psicosociales contribuyen a aumentar el absentismo, el bajo rendimiento y la conflictividad laboral, lo que supone una importante pérdida de horas y de capacidad productiva para la empresa. Además, aumentan el nivel de siniestralidad laboral, lo que implica un incremento de costes, tanto económicos como de daños a las personas”. Aunque siempre han existido, el actual panorama laboral los ha agudizado.

Para Alfonso Alonso, psicólogo y socio de la consultoría de estrategia ADS, “las mayores consecuencias se traducen en menor trabajo en equipo, baja creatividad, orientación sólo a resultados y falta de liderazgo”. La sensación de inseguridad laboral hace que los trabajadores estén más pendientes de sí mismos, comportándose de forma más individualista y cerrándose en vez de participar y colaborar en la búsqueda de soluciones. Para Alonso, “los directivos deben tener presente que un exceso del nivel de exigencia hacia el desarrollo del trabajo trunca la creatividad y favorece la realización de las tareas de forma rutinaria. De esta forma se pierde motivación, implicación y, por ende, innovacion”.

Según los expertos el mayor problema es que actualmente el trabajador está asumiendo su tensión individual como algo natural.Se calla y no se queja por miedo a las consecuencias. Por ello, Catalina afirma que “es vital crear modelos de trabajo en que su proceso productivo generen menos emociones tóxicas. Y la herramienta fundamental para logarlo es la comunicación”.

Ángela Méndez (Expansión.com)