El exconsejero delegado de France Télécom, imputado por la ola de suicidios en la operadora
- Está acusado de aplicar una gestión dura que condujo al acoso psicológico
- Más de 30 trabajadores se suicidaron entre 2008 y 2009
- La compañía implantó una reestructuración para recortar 22.000 empleos
Más de 30 suicidios en la plantilla de France Télécom en dos años. Ese balance ha llevado a una investigación judicial sobre la gestión en la operadora de telefonía francesa y a la imputación del que fue su consejero delegado hasta febrero de 2010, Didier Lombard. Se le acusa de prácticas de gestión duras causantes de acoso psicológico a los trabajadores, según ha confirmado su abogado.Lombard ha quedado este miércoles en libertad vigilada después de pagar una fianza de 100.000 euros. Durante cuatro horas, los dos jueces encargados de la investigación le han interrogado sobre sus años al frente de la compañía, sobre todo, los de 2008 y 2009, cuando se puso en marcha un plan de reestructuración que preveía el recorte de 22.000 empleos y la recolocación de 10.000 trabajadores.
El programa de ajuste se suspendió en octubre de 2009, cuando la dirección de la empresa se comprometió con los sindicatos a no fusionar o cerrar ninguna de las oficinas del grupo durante 2009. Además, entonces se comenzó a negociar con los sindicatos diversas medidas para "combatir el estrés en el trabajo".
"Rechazo categóricamente la idea de que los planes vitales para la supervivencia de la compañía hayan podido causar tragedias humanas", escribió Lombard el miércoles en el diario Le Monde, en un artículo en el que proclamaba su inocencia.
Por su parte, el abogado del alto ejecutivo ha lamentado que no se haya dado a su cliente la oportunidad de explicarse del todo, aclarando el complicado contexto económico en el que se produjo su gestión y la presión que se ejerció desde el Gobierno francés, que quedó como accionista minoritario después de que se privatizara en 1990 y dejara de ser un monopolio estatal en 1998.Un plan con "efectos patológicos" sobre la moral
de los trabajadores
Los sindicatos denuncian decisiones duras que incluían traslados forzosos y fijación de objetivos imposibles de cumplir, prácticas que -según ellos- causaron la ola de suicidios.
Como defensa, la operadora asegura que la tasa de suicidios de la empresa no es superior a la de la población en general. Según los datos de la Oorganización Mundial de la Salud (OMS) de 2006, la tasa de suicidios anual del conjunto del país era de unos 17 casos por cada 100.000 habitantes (25,9 por mil en hombres y 9 en las mujeres), una proporción similar a la registrada en France Télécom (35 casos entre 2008 y 2010, según los datos de los sindicatos, y 32 casos reconocidos por la dirección hasta diciembre de 2010).
Después de su dimisión, Didier Lombard lamentó no haber tomado medidas antes para levantar la moral de una plantilla que contaba con más de 100.000 empleados.
Coincidiendo con el cese de Lombard, en febrero de 2010, la Inspección de Trabajo francesa elaboró un informe sobre la situación en la operadora de telecomunicaciones en la que constataba que la dirección había ignorado los avisos de los médicos respecto a la salud mental de algunos trabajadores. El documento aseguraba que la reestructuración había tenido "un efecto patológico" sobre la moral de la plantilla.
El abogado del exconsejero delegado de France Télécom, Jean Veil, ha señalado que la imputación es "sorprendente", ya que se acusa a su cliente de "acosar a gente a la que nunca ha conocido".
Si se le encuentra culpable de acoso, Lombard podría ser condenado a más de un año de prisión y a un máximo de 15.000 euros de multa.
Además del exconsejero delegado, otros dos altos cargos de la compañía han sido citados a declarar por los jueces que llevan la investigación.
Más de 30 suicidios en la plantilla de France Télécom en dos años. Ese balance ha llevado a una investigación judicial sobre la gestión en la operadora de telefonía francesa y a la imputación del que fue su consejero delegado hasta febrero de 2010, Didier Lombard. Se le acusa de prácticas de gestión duras causantes de acoso psicológico a los trabajadores, según ha confirmado su abogado.
Lombard ha quedado este miércoles en libertad vigilada después de pagar una fianza de 100.000 euros. Durante cuatro horas, los dos jueces encargados de la investigación le han interrogado sobre sus años al frente de la compañía, sobre todo, los de 2008 y 2009, cuando se puso en marcha un plan de reestructuración que preveía el recorte de 22.000 empleos y la recolocación de 10.000 trabajadores.
El programa de ajuste se suspendió en octubre de 2009, cuando la dirección de la empresa se comprometió con los sindicatos a no fusionar o cerrar ninguna de las oficinas del grupo durante 2009. Además, entonces se comenzó a negociar con los sindicatos diversas medidas para "combatir el estrés en el trabajo".
"Rechazo categóricamente la idea de que los planes vitales para la supervivencia de la compañía hayan podido causar tragedias humanas", escribió Lombard el miércoles en el diario Le Monde, en un artículo en el que proclamaba su inocencia.
Por su parte, el abogado del alto ejecutivo ha lamentado que no se haya dado a su cliente la oportunidad de explicarse del todo, aclarando el complicado contexto económico en el que se produjo su gestión y la presión que se ejerció desde el Gobierno francés, que quedó como accionista minoritario después de que se privatizara en 1990 y dejara de ser un monopolio estatal en 1998.
Un plan con "efectos patológicos" sobre la moral
de los trabajadores
Los sindicatos denuncian decisiones duras que incluían traslados forzosos y fijación de objetivos imposibles de cumplir, prácticas que -según ellos- causaron la ola de suicidios.
Como defensa, la operadora asegura que la tasa de suicidios de la empresa no es superior a la de la población en general. Según los datos de la Oorganización Mundial de la Salud (OMS) de 2006, la tasa de suicidios anual del conjunto del país era de unos 17 casos por cada 100.000 habitantes (25,9 por mil en hombres y 9 en las mujeres), una proporción similar a la registrada en France Télécom (35 casos entre 2008 y 2010, según los datos de los sindicatos, y 32 casos reconocidos por la dirección hasta diciembre de 2010).
Después de su dimisión, Didier Lombard lamentó no haber tomado medidas antes para levantar la moral de una plantilla que contaba con más de 100.000 empleados.
Coincidiendo con el cese de Lombard, en febrero de 2010, la Inspección de Trabajo francesa elaboró un informe sobre la situación en la operadora de telecomunicaciones en la que constataba que la dirección había ignorado los avisos de los médicos respecto a la salud mental de algunos trabajadores. El documento aseguraba que la reestructuración había tenido "un efecto patológico" sobre la moral de la plantilla.
El abogado del exconsejero delegado de France Télécom, Jean Veil, ha señalado que la imputación es "sorprendente", ya que se acusa a su cliente de "acosar a gente a la que nunca ha conocido".
Si se le encuentra culpable de acoso, Lombard podría ser condenado a más de un año de prisión y a un máximo de 15.000 euros de multa.
Además del exconsejero delegado, otros dos altos cargos de la compañía han sido citados a declarar por los jueces que llevan la investigación.