SITEL:
CGT SOLICITA EN LOS JUZGADOS
LA PARALIZACIÓN DE LOS
TRASLADOS DE IYOGI
El lunes 11 de Agosto de 2014 se celebró la última reunión del periodo de consultas por el traslado colectivo forzoso que SITEL pretende imponer a las trabajadoras y trabajadores de IYOGI desde Madrid a Sevilla. El periodo de consultas ha finalizado SIN ACUERDO.
Como CGT ha denunciado constantemente desde que SITEL presento este expediente de movilidad geográfica, estos traslados no tienen ninguna causa real, dado que la carga de trabajo de IYOGI no se ha visto mermada. En realidad lo que pretende la dirección de SITEL es despedir barato a trabajadores y trabajadoras con años de experiencia en la empresa, que no quieren recolocar en otras campañas. Su estrategia, es despedir barato para contratar después en precario.
La formula de la movilidad geográfica en el sector del Contact Center (Telemarketing) no es nueva pero sigue siendo igual de perversa que siempre. Si ir más lejos en los 2 últimos años otras empresas como Unísono (Vigo) y Konecta (Torrelavega) ya lo intentaron. Saben que los trabajadores de Telemarketing, con sus salarios, no se pueden permitir dejar su ciudad y su familia para trasladarse a otra ciudad. Y decimos que es perversa porque atender el teléfono se puede hacer exactamente igual en Madrid en Sevilla, en Vigo o en Madrid o en Torrelavega y Valladolid. No existen costes adicionales para justificar una medida de esto tipo. El convenio del sector tiene ámbito estatal y la formación de las trabajadoras y trabajadores, y el desarrollo tecnológico, es exactamente el mismo en todas las ciudades.
En el caso que nos preocupa ahora, los sinvergüenzas de los directivos de SITEL, en vez de buscar la recolocación de todos sus trabajadores en otras campañas en Madrid o, afrontar sus verdaderas intenciones y presentar un expediente de despido colectivo (ERE) lanzan una medida de este tipo, que en realidad pretende deshacerse igualmente de los puestos de trabajo camuflando los despidos en decisiones individuales de los trabajadores de SITEL, a los que acusa de no querer trabajar.
Nos congratulamos que, en esta ocasión ningún sindicato ha aceptado esta trampa, y ahora nos encontraros con el escenario más habitual, la empresa vendiendo humo para justificar este atropello contra la plantilla de SITEL y los sindicatos recurriendo a la justicia para intentar paralizar esta medida.
Os informamos a todas las afectadas y afectados que a partir de que os comuniquen el traslado, tenéis 30 días para dar contestación. Como os hemos explicado CGT va presentar inmediatamente una demanda solicitando la nulidad de todo este proceso y solicitando al juzgado que tome la medida cautelar de paralizar los traslados hasta que tengamos una sentencia sobre este asunto.
Aconsejamos a las afectadas y afectados no tomar ninguna decisión sobre el traslado o la rescisión de contrato, hasta, al menos, el próximo día 11 de septiembre. Dicho de otra manera, conviene esperar la decisión judicial, ya que si la sentencia es a favor de la empresa, no se pierde el derecho a rescindir vuestro contrato con las condiciones ofrecidas por SITEL, y si la sentencia es a favor de CGT, todos los trabajadores y las trabajadoras mantendrán de momento su puesto de trabajo en Madrid. Además de todo esto os informamos que lo más conveniente es que NO SOLO se presente demanda colectiva, sino que lo hagáis individualmente, pues también podéis pedir medidas cautelares. Si vuestra demanda fuera desestimada tenéis un nuevo plazo de 15 días desde la notificación de la sentencia para solicitar la rescisión del contrato en las mismas condiciones comunicadas inicialmente.
Por último animamos a las/los trabajadoras/os de SITEL a organizarse para defender sus derechos. La empresa sí está organizada y sabe cuándo y porqué toma estas medidas. La organización y la lucha es la mejor receta que tenemos los y las trabajadores /as para hacerles entender que con este camino se van a encontrar siempre enfrente a los de abajo. El miedo tiene que cambiar de bando, y quien toma estas medidas salvajes tiene que empezar a sentir en su cogote el aliento de las trabajadoras y trabajadores.