miércoles, 31 de agosto de 2016

Las redes sociales hablan

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Laboro: Traducción de las "medidas" laborales del acuerdo PP-C's

Laboro: Traducción de las "medidas" 
laborales del acuerdo PP-C's

Lo primero que recomienda Laboro es que te descargues el documento original (que por cierto se titula "150 compromisos para mejorar España") del acuerdo PP-C's no sea que lo modifiquen.

Estos son los apartados del artículo de Laboro: Objetivos generales, Tipos de contrato, Nuevo contrato temporal que no se llama temporal, Conciliación de la vida laboral y familiar, Permiso de paternidad y Otras medidas.



Puedes leerlo en Laboro.

Evolución



martes, 30 de agosto de 2016

Justificación ayudas libros curso 2016/2017. Plazo 16 septiembre.

Justificación ayudas libros curso 2016/2017. Plazo 16 septiembre.

L@s beneficiari@s deben presentar del 1 al 16 de septiembre de 2016 en la secretaría del centro educativo en el que vayan a cursar estudios en el curso 2016/2017, la factura de adquisición de los libros de texto junto con el documento de justificación que les facilitarán en el centro educativo.


El 95% de los contratos firmados en julio fueron temporales

El 95% de los contratos firmados en julio fueron temporales

Casi cuatro de cada diez nuevos contratos laborales firmados en España durante el mes de julio (el 37,5% del total) fijaban una duración igual o inferior a un mes, según con los últimos datos de contratación publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Así, en julio se firmaron más de 1,7 millones de nuevos contratos, de los que sólo 88.400 tenían una duración indefinida, lo que significa que el 95% era temporal.

La elevada temporalidad es una de las características del mercado laboral español –muy influido por el componente estacional–, en el que los nuevos puestos de trabajo son fundamentalmente empleo asalariado a tiempo completo creado por empresas privadas del sector servicios, con duración determinada y repartido prácticamente a partes iguales entre hombres y mujeres.

Así lo refleja la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE) relativa al segundo trimestre de 2016, según la cual seis de cada diez nuevos ocupados que encontraron trabajo en el segundo trimestre del año eran asalariados con contrato eventual.

Según la EPA, el número de asalariados se ha incrementado este trimestre en 252.700, con una diferencia sustancial en la duración de los contratos: los indefinidos aumentaron en 86.400, mientras que los temporales lo hicieron en 166.300.

En el último año, el número de asalariados ha crecido en 425.500. El empleo indefinido se ha incrementado en 223.300 personas y el temporal en 202.200. Del total de trabajadores ocupados en España –más de 18,3 millones– 3,9 millones lo están de manera temporal, aunque cabe destacar que de ellos hay 43.500 con contratos de un día, que suponen el 1,1 % del total de eventuales, pero que se han duplicado respecto a 2008. 

Según los datos del SEPE de julio, casi la mitad de los nuevos contratos temporales (el 47,2%) obedecen a circunstancias de la producción, mientras que el 37,8 % son por obra y servicio, y el 8,2% por interinidad, en tanto que el resto se reparte en otro tipo de contratos, entre ellos, el de relevo, el de prácticas o el de formación.La mayoría de los contratos eventuales por circunstancias de la producción (60,4%) tienen una duración de un mes o menos y solo un 1,1 % supera los seis meses.

Viñet@s






jueves, 25 de agosto de 2016

Las razones por las que fracasa el sistema de pensiones modelo de los liberales

Las razones por las que fracasa el sistema de pensiones modelo de los liberales
  • Cientos de miles de chilenos piden en la calle las pensiones dignas que no les proporciona el sistema privado creado por Pinochet
  • El 79% de las prestaciones no llega al salario mínimo, fijado en 325 euros al mes
  • Las seis entidades privadas que gestionan el sistema pagan en pensiones menos de la mitad de lo que ingresan en cotizaciones; ganan 2,10 millones diarios



En 2025 se jubilarán los primeros chilenos que comenzaron a trabajar y a cotizar en exclusiva para el sistema de pensiones instaurado por el general Pinochet en 1981. Pero ha sido este año, pese a que la polémica a su costa ha sido recurrente desde que fue creado, cuando ha estallado la indignación de los chilenos contra el modelo de ahorro, privado, obligatorio y de capitalización que con frecuencia se ofrece como referencia para resolver los problemas de los sistemas públicos de pensiones como el español. Cientos de miles de chilenos salieron a las calles el pasado domingo para exigir pensiones dignas. Ya lo habían hecho el 24 de julio y amenazan con un paro nacional el 4 de noviembre si el Gobierno no atiende sus reclamaciones. 

Porque, pese a que la presidenta Michelle Bachelet creó una comisión –la Comisión Bravo– para estudiar la reforma del sistema, y ésta entregó su informe en septiembre de 2015, nada se ha movido desde entonces. En 2008 fue también Bachelet quien promovió una primera reforma del modelo de Pinochet, que se ha revelado insuficiente. No tocaba la esencia del sistema. 

Según las cifras de la Superintendencia de Pensiones, el organismo público encargado de vigilar y auditar el sistema, la pensión media de jubilación en Chile es sólo de 255 euros al mes, el 78% del Salario Mínimo, que asciende a 325 euros. El informe de la Comisión Bravo calcula que el 79% de las pensiones chilenas son inferiores al salario mínimo y el 44% están por debajo del umbral de pobreza. Si se consideran sólo las pensiones de jubilación, el 91% no llega a los 210 euros mensuales. 

Para hacerse una idea del escaso volumen de la prestación basta con fijarse en la tasa de reemplazo –el cociente entre el último salario y la primera pensión–, que es sólo del 34% –el 48% para los hombres y el 24% para las mujeres–. El informe también hace una proyección de cuál será la pensión de quienes dejen de trabajar entre 2025 y 2035. La mitad de ellos cobrarán sólo el 15% de su último sueldo.En España, la tasa es del 82%, una de las más elevadas del mundo. La media de la UE alcanza el 59%. 

El sistema chileno es totalmente privado. Los trabajadores pagan un 10% de su sueldo a unas entidades financieras denominadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). En su momento llegaron a ser 21, pero hoy únicamente operan seis. No sólo les ingresan sus cotizaciones, sino que también les pagan comisiones por la gestión de los fondos en que las invierten. La cotización es obligatoria para todos los asalariados. Desde 2015, también para los autónomos. Pero están excluidos los miembros de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y de la Gendarmería, que tienen su propio sistema y con pensiones más elevadas. 

A diferencia del resto de los modelos, en el chileno sólo cotiza el trabajador, no la empresa. Chile es el único país de la OCDE en que el empleador no paga cuota. Existen cinco tipos de fondos, del más conservador al más arriesgado, en el que los chilenos pueden invertir sus cotizaciones. Cada uno puede elegir dos de ellos. 

Escasa rentabilidad... para el trabajador 

Así, todos los trabajadores tienen su propia cuenta individual, cuyo monto es invertido por las AFP sólo en grandes empresas y bancos –la ley les prohíbe hacerlo en pymes–. Según la Fundación Sol, una institución sin ánimo de lucro que realiza estudios sobre el mercado laboral chileno, las AFP invierten más de 27.400 millones de euros en 10 bancos. El tejido empresarial del país, destaca, se ha financiado durante los últimos 35 años gracias a los ahorros de los chilenos, en lo que la fundación califica como una “inyección de capital permanente, cautiva y de bajo coste”. Para los defensores del sistema, en cambio, esas inversiones han sido el motor del desarrollo económico del país. 

Sin embargo, la rentabilidad de esas inversiones no ha sido la esperada por –y prometida a– los trabajadores cuando en 1981 Pinochet acabó con el sistema de reparto existente para reemplazarlo por el que diseñaron los discípulos de Milton Friedman en la Escuela de Chicago. La Fundación Sol cifra en un 26% la rentabilidad media anual de las AFP durante los últimos 20 años. En 2015 estas entidades tuvieron unos beneficios de 2,10 millones de euros al día. Buena parte de ellos proceden de las comisiones que cobran a los chilenos, muy por encima, aseguran los investigadores, de los costes reales de gestión. 

En contraste, la rentabilidad de cada cuenta individual es mucho menor. Se mide con la denominadaTasa Interna de Retorno (TIR) que es sólo del 3% para las mujeres y del 3,1% para los hombres –a las mujeres se les penaliza a la hora de calcular la pensión por su mayor esperanza de vida; además se jubilan antes, a los 60 años, mientras que los hombres lo hacen a los 65–. Si se excluyen las comisiones, la TIR se eleva al 5,4% en ambos casos. 

Los salarios en Chile son bajos; por tanto, también las cotizaciones, pero la fundación no cree que ése sea el problema de las pensiones insuficientes devengadas por el actual sistema. Según los cálculos de la fundación, cada mes las AFP ingresan 673 millones de euros en cotizaciones de los trabajadores, pero sólo pagan 269 millones en pensiones, menos de la mitad. Con la diferencia entre una cantidad y otra, concluye la fundación, se podría pagar pensiones mayores e incluso nutrir un fondo de reserva. 

Dos AFP son de propiedad estadounidense 

Por el contrario, el negocio lo hacen las seis entidades financieras que gestionan el sistema privado. En total, las seis AFP administran casi 148.000 millones de euros, lo que equivale al 70% del PIB chileno. Los 10,1 millones de afiliados pagan cotizaciones, no al Estado, como es el caso de España, sino a Capital, Cuprum, Habitat, Modelo, Planvital y Provida. Esta última es la que suma el mayor número de afiliados, el 32%. Pertenece a Metlife, la primera aseguradora de EEUU, que se la compró al BBVA en febrero de 2013 por 1.362 millones de euros. 

Le sigue Habitat, con el 20% de los afiliados. Su dueño es la Cámara Chilena de la Construcción, la patronal del ladrillo. La dueña de Capital es el grupo colombiano Sura. Modelo nació en 2010, ofrece pensiones a los nuevos afiliados al sistema y entró en el mercado ofreciendo las comisiones más bajas. Es propiedad de Inversiones Atlántico, creada por un empresario chileno próximo al expresidente conservador Sebastián Piñera. Planvital pertenece a Asesorías e Inversiones Los Olmos, un grupo chileno que, según el diario digital El Mostrador, es controlado por un fondo, Atacama Investments, constituido en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas. Finalmente, el 97,97% de Cuprum corresponde a otra compañía de EEUU, Principal Financial Group. 

El Santander tuvo su propia AFP, Bansantander, y, como queda dicho, el BBVA era dueño de la principal entidad gestora de pensiones hasta 2013. Ambos poseen ahora pequeños porcentajes de Planvital, Provida, Cuprum y Habitat, de acuerdo con la información proporcionada por la Superintendencia de Pensiones. 

Las reformas del sistema 

Debido a la insuficiencia del modelo, la reforma de 2008 creó una pensión no contributiva que paga el Estado, la Pensión Básica Solidaria: 120,85 euros al mes, que cobra el 60% más pobre de la población. El Estado chileno paga 131,9 millones de euros al mes por este concepto a un total de 1,35 millones de personas. También se estableció un Aporte Previsional Solidario (APS), al modo de lo que en España se conoce como complemento de mínimos, que completa hasta los 442 euros la pensión de quien no haya cotizado lo suficiente. Además, empezaron a aplicarse incentivos para que coticen más las mujeres y los jóvenes y las empresas empezaron a pagar el seguro de invalidez y supervivencia. 

Las propuestas para la nueva reforma transmitidas por la Comisión Bravo a Bachelet son ahora más ambiciosas. Los expertos que la integran piden que se cree una AFP estatal, y se aumente de forma significativa la cuantía de la Pensión Básica Solidaria y se universalice. Quieren que ésta se financie con impuestos y con una nueva cotización del 2% a cargo de la empresa. La empresa deberá además pagar otro 2% para las cuentas individuales de los trabajadores. También reclaman medidas para reducir las comisiones de las AFP privadas. Y no sólo equiparar la edad legal de jubilación de hombres y mujeres, sino también que se apliquen tablas de mortalidad idénticas para ambos sexos. 

En cualquier caso, la comisión no excluyó entre sus propuestas la más radical, sustituir el modelo de ahorro privado obligatorio por uno de reparto, “con una pensión mejor, definida, de por vida y no discriminatoria”. Como el español.



¿Quién ha creado la crisis en el sistema público de pensiones?

¿Quién ha creado la crisis en el 
sistema público de pensiones?

En sus cuatro años de gobierno, el PP ha recortado los ingresos de la Seguridad Social en 60.847.

La profunda crisis que vivimos en España desde 2008 ha sido aprovechada para crear una crisis en el sistema público de pensiones, al hacer que la Seguridad Social tenga en 2016 un déficit de 15.000 millones de euros.


¿Como nos han creado esta crisis?

Resulta sorprendente que desde 2008 hasta finales de 2011 (gobierno de Zapatero), ya con cuatro años de crisis, el paro llega a los cuatro millones y medio de personas y, sin embargo, el sistema de pensiones no tenía déficit, e incluso se hacía aportaciones al Fondo de Reserva.

Sin embargo, con la llegada al gobierno del PP de Rajoy, en diciembre de 2011, es cuando el sistema público empieza a tener déficit en los ingresos de las pensiones, se deja de hacer aportaciones al Fondo de Reserva y se empieza a sacar dinero de dicho Fondo.

¿Ha sido una crisis propia del sistema o ha sido creada?

La respuesta es clara, se ha creado una crisis de las pensiones públicas, para así favorecer los fondos de pensiones privados. Veamos algunos aspectos, que nos aclararan esta afirmación.

Laura Pelay, vicesecretaria general de UGT ha acusado al gobierno del PP de “actuar de forma premeditada y maquiavélica en una estrategia, que ha calificado de expolio con el fin de favorecer los planes privados de pensiones”.

En sus cuatro años de gobierno, el PP ha recortado los ingresos de la Seguridad Social en 60.847. Esta cantidad se podría haber recaudado con otra política económica, lo que se ha hecho es transferir esa cantidad de dinero público para beneficiar al empresario privado. Esta cifra hay que desglosarla de la siguiente forma:

  • La destrucción de puestos de trabajo, los contratos precarios, horas extraordinarias no declaradas, han supuesto 32.966 millones de euros de reducción de ingresos.
  • Las subvenciones por bonificaciones de cuotas de la Seguridad Social han supuesto 21.106 millones de ahorro a las empresas a cambio de crear empleo precario e inestable.
  • Por pagar tarde con cargo a los Presupuestos los complementos de las pensiones mínimas ha supuesto 3.666 millones.
  • Las cotizaciones perdidas por cuotas de ciudadanos no profesionales por los recortes en la ley de dependencia han supuesto en estos cuatro años 4.109 millones.


A ello, hay que añadir las exenciones fiscales de los fondos privados de pensiones, que han supuesto una merma de recaudación de 8.000 millones en estos cuatro años.

¿Qué medidas ha tomado el PP para llevarnos al agujero de 15.000 millones en la Seguridad Social?

Dos han sido las medidas principales, que más afectan a los pensionistas. Veamos:

  • La reforma laboral ha provocado un abaratamiento en los despidos de los trabajadores, pero sobre todo ha ocasionado una rebaja salarial media de 15%. A ello hay que unir, el empleo que se está creando es de baja calidad y temporal con poco salario e inestable. Las empresas no suelen cumplir los horarios pactados y los trabajadores hacen horas sin cobrarlas bajo la amenaza de despido.
  • La reforma del sistema de pensiones, para conseguir que el gasto sea menor y hacer, que éstas sean muy bajas con la finalidad de empujar a la gente al sistema privado de pensiones, para que al complementarlas puedan llevar una vejez digna. Como ya hemos visto, el sistema privado de pensiones es un desastre para las personas, pero un gran negocio para la banca.

¿Cómo ha empeorado el sistema de pensiones?

  1. Para los futuros pensionistas alargando la edad de jubilación y endureciendo las condiciones de obtenerlas, haciéndolas mucho más bajas.
  2. Para los ya jubilados, al quitar el índice del IPC como fórmula de revalorización a cambio de sólo subirlas el 0,25%. Como los dos últimos años ha habido inflación negativa (cosa nunca vista en España) no se ha notado, pero cuando la inflación se normalice y lo hará (la media de inflación en España 2000-2015, ha sido del 2,5%), entonces podremos entender en toda su plenitud, la pérdida de poder adquisitivo, que significa la revalorización del ridículo 0,25% impuesto por el PP. Su objetivo es que para el 2025 las pensiones actuales bajen un 25%.

Siempre oiremos en el pensamiento neoliberal del PP el argumento de la demografía como el determinante en el sistema público de pensiones. ¿Es la demografía el factor principal en la sostenibilidad del sistema público de pensiones? NO, es un factor a tener en cuenta, pero no es el principal ni más importante. El factor principal es la creación de riqueza y muy importante su redistribución.

¿Qué está pasando en el Fondo de Reserva de las Pensiones?

Zapatero dejo 66.815 millones de euros en el Fondo de Reserva, en julio 2011. Rajoy ya ha empleado 42.000 millones y ya sólo quedan 24.000. Podemos afirmar, que la gestión del Fondo de Reserva ha sido escandalosa. Según la prensa nacional, lo que sucede en él, es todo maravilloso.

Sin embargo hay que ir a la prensa seria extranjera y a los economistas independientes para comprobar los engaños del PP. Veamos.

El diario económico alemán Deutche Wirtchafts Nachwischten, titulaba así un artículo el día 4 de enero de 2013 “Saqueo de los fondos de pensiones para comprar bonos del Gobierno de España” y en dicho artículo decía “al menos el 90% de los activos totales de los fondos de pensiones del Estado español convertidas en bonos de España. Especula con el dinero de sus jubilados, arriesgando más que sus ahorros”.

El diario The Wall Street Journal, que defiende los intereses económicos y financieros de los norteamericanos, publicó un artículo el 3 de enero de 2013, titulado “España usa fondos que respaldan el pago de pensiones para comprar deuda soberana”. El artículo decía “España ha estado vaciando sigilosamente la mayor alcancía del país, El Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que ha usado como comprador de última instancia de los bonos del gobierno, una operación dudosa sobre el papel del fondo como garante de las futuras pensiones. La maniobra, que ha pasado desapercibida, está por concluir ya que queda muy poco dinero disponible. Al menos el 90% del fondo de 65.000 millones de euros, unos 85.700 millones de dólares, ha sido invertido en deuda española con cada vez más riesgo, de acuerdo con cifras oficiales y el gobierno ha empleado para realizar pagos de emergencia”.

El conocido diario Financial Times calificaba a Mariano Rajoy como “político provinciano” y a Luis de Guindo como “el peor ministro de economía de Europa”.

El semanario alemán Der Spiegel considera que el gobierno español está saqueando el fondo de reserva de las pensiones. “España ha saqueado en silencio la hucha más grande del país, el fondo de reserva de la Seguridad Social debido a sus dificultades financieras”.


Después de todos estos datos, podemos afirmar, que la crisis del sistema de pensiones público ha sido creada por el PP, para beneficiar los intereses privados del BBVA, Santander, Caixa….

¿Cabe mayor escándalo que la gestión de las pensiones públicas por el PP? 

Sres. jubilados lean, analicen y si son mínimamente inteligentes y racionales nunca más deberían votar PP.

http://www.nuevatribuna.es/articulo/economia/quien-ha-creado-crisis-sistema-publico-pensiones/20160822105156131136.html

Palabras en el viento






miércoles, 24 de agosto de 2016

Las redes sociales hablan

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Cuando los pobres nos creímos clase media

Cuando los pobres nos creímos clase media

Artículo de opinión de Antonio Pérez Collado, secretario de Acción Social CGT-PV, publicado en Levante-EMV

No hay político ni tertuliano que no apelen insistentemente a lo que ellos llaman clase media, como víctima de la crisis y sus recortes o motor de las soluciones que proponen para arreglar el país. Aceptando la posibilidad de que algunos periodistas y politólogos hayan olvidado casi todo lo que intentaron enseñarles en la facultad, no pude ser inocente tanta coincidencia en meter en el saco de una clase superior a la mayoría de la población, el antiguo proletariado, cuya única aparente coincidencia con la verdadera clase media (según las aceptadas definiciones de Weber, Marx y otros teóricos) es la posesión de una modesta vivienda y un automóvil (o varios) por familia, en la mayoría de los casos pendientes del pago al banco de respetables cantidades aplazadas.


Que la clase trabajadora muerda el anzuelo que desde la pantalla catódica se le ha venido lanzando por los ideólogos del sistema hegemónico tiene muchas más implicaciones y consecuencias de lo que, a primera vista, pudiera pensarse. Si un operario de la cadena de Ford o una cajera de Mercadona (por poner algún ejemplo) han dejado de considerarse clase obrera, simplemente porque cobran una nómina que les permite acceder limitadamente al consumo, eso supone también que en el mismo lote les han inoculado la idea del individualismo más insolidario y competitivo.

A partir de esta aparente y falsa pertenencia a la clase media y al libre mercado, el trabajador habrá perdido la que ha sido su clásica herramienta para mejorar las condiciones de vida, su garantía de protección ante los más que previsibles abusos de la patronal. Históricamente, la conciencia de formar parte de una colectividad, de una clase social, unida y solidaria, dispuesta a defender y a reivindicar mejoras salariales y sociales, ha permitido las grandes conquistas que hasta ayer mismo disfrutábamos aquellas personas cuyas únicas posesiones son nuestras manos y nuestra formación, con las que tenemos que ofrecernos a los dueños de las empresas por un salario cada día más menguado y más volátil e inseguro.

No ha sido mala estrategia del capitalismo arrancarnos sutilmente la identidad colectiva al numeroso sector social que nos vemos obligados a depender de la venta de nuestra fuerza de trabajo para poder vivir y sacar adelante a nuestras familias. Si nos hemos creído que somos igual que los comerciantes, notarios, rentistas, hacendados... ahora estaríamos pagando el error; un valioso error para las clases dominantes, todo sea dicho. Lo que no tiene ninguna explicación es que los partidos y sindicatos mayoritarios de izquierdas (de clase, se supone) también se unan a la moda y hablen sin rubor de los problemas de la clase media, cuando la que de verdad tiene problemas (y gordos) es la clase trabajadora de la que sindicalismo y socialismo nacieron en el siglo XIX. ¡Quién lo diría escuchando a sus herederos!
Antonio Pérez Collado

Evolución



martes, 23 de agosto de 2016

Las redes sociales hablan

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Los talones de Aquiles de los nuevos contratos

Los talones de Aquiles de los 

nuevos contratos

  • La mayoría de las contrataciones son temporales, cada vez más breves, por horas, requieren escasa cualificación y ofrecen bajos salarios
  • Los contratos temporales no superan los 51 días de media, la mitad de los indefinidos de apoyo a emprendedores mueren antes de un año
  • El 58% de las empresas ofrece a quienes contrata ahora salarios inferiores a su plantilla actual
El paro ha bajado hasta los 4,57 millones de personas, según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA). Hoy la estadística del INE cuenta 536.000 ocupados más que en el primer trimestre de 2012. El empleo ha crecido hasta ahora a un ritmo del 3%, casi al mismo en que medra el PIB. Desde que comenzó a reactivarse la economía, en 2014, se han creado 1,6 millones de puestos de trabajo, a tenor del número de afiliados a la Seguridad Social. En cualquier caso, una cifra insuficiente para compensar los casi tres millones de empleos perdidos entre 2007 y 2013. y todo ello pese a que se firmaron el año pasado 18,6 millones de contratos, un 11,1% más que en 2014.

Y es que el empleo se está recuperando en España con los mismos defectos que tenía antes de la gran debacle laboral de 2009-2013. Aunque también han aparecido nuevos fenómenos preocupantes. No sólo porque se haya ralentizado el ritmo de creación de empleo en lo que va de año o por lo que pueda sufrir el mercado de trabajo nacional por culpa de la incontrolable coyuntura internacional se manifiesta la debilidad de la recuperación. Los talones de Aquiles de la contratación ayudan igualmente a explicar la anemia de ingresos de la Seguridad Social o el aumento de los trabajadores pobres.

COMBINAR CONTRATOS TEMPORALES Y PARO

España sigue siendo la campeona del trabajo temporal en Europa. La reforma laboral no ha conseguido alterar el tradicional abuso de este tipo de contratos. Con una tasa del 25,7%, España supera en 10 puntos la media de la UE. En 2014 y 2015 sólo el 8,1% de los contratos registrados fueron indefinidos. Un porcentaje que incluso se reduce en los meses de verano, con la temporada alta del turismo. Lo que conduce a otro de los vicios del mercado de trabajo nacional: la estacionalidad. Así, en otoño mueren miles de contratos firmados con la llegada del calor. Un nuevo contrato no siempre es un nuevo empleo.

De hecho, según resalta la última Memoria del Consejo Económico y Social (CES), el peso de las finalizaciones de contrato temporal como causa de desempleo no ha dejado de crecer y en 2015 supusieron el 82,6% de las altas en prestaciones de paro, casi dos puntos más que el año anterior. Es decir, explica la Memoria del CES, existe un elevado número de trabajadores que “combinan en el año periodos de empleo con periodos de paro”. En concreto, las cifras de quienes solicitan el subsidio de 426 euros porque no han podido cotizar lo suficiente para acceder a la contributiva arrojan la existencia de 648.400 personas que pasan por la rotación empleo-paro. La memoria habla de la “débil inserción en el empleo de un número considerable de personas”.

Pues bien, como queda dicho, ni la reforma laboral ni las generosas subvenciones a las empresas para que contraten trabajadores indefinidos han conseguido cambiar el dominio de la temporalidad. Es más, entre 2007 y 2015 el número de contratos fijos ha caído en 711.200, mientras el número de los temporales ha crecido en 665.400, según datos del CES. Sólo en ese último año, el número de asalariados con empleos temporales aumentó un 9,5%, mientras que el de quienes poseen un trabajo fijo creció sólo un 1,6%, muestra la EPA.

Además, los contratos eventuales se ceban en los más jóvenes. De los 2,2 millones de trabajadores menores de 30 años, 1,2 millones son temporales. De otra manera: aunque representan sólo el 13,1% del empleo, los jóvenes suponen el 31% de los contratados eventuales.

EL AUGE DEL CONTRATO ULTRABREVE

Aún peor: esos contratos temporales son cada día más breves. El pasado julio, la duración media de los contratos en España era de sólo 50,92 días –50,64 para las mujeres– cuando comenzó 2007 con 79,13 días. Sólo desde 2012, los contratos temporales han perdido casi 12 días de duración media. Cada vez tienen más peso los ultrabreves, de menos de una semana. Al término de 2015 representaban el 27% de los temporales, casi dos puntos más que en 2013: 4,6 millones de contratos no llegan a los siete días. La memoria del CES no duda en detectar un “desplazamiento” de las duraciones cortas, hasta un mes, hacia las muy cortas, hasta una semana. Lo que no deja de ser alarmante cuando el grueso de los contratos en España son ya de por sí efímeros: de los 17 millones suscritos en 2015, siete millones, el 41%, tuvieron menos de un mes de vida.

INDEFINIDOS convertidos EN TEMPORALES

Ocurre también que la temporalidad se contagia a otros tipos de contrato. Es el caso del contrato de apoyo a los emprendedores, en teoría con carácter indefinido. Sin embargo, como reveló UGT apoyándose en datos del propio Ministerio de Empleo, más de la mitad de los que se registran no superan el año de duración. Casi una cuarta parte muere a los tres meses. La razón estriba en que tiene un periodo de prueba de un año, lo que permite despedir al trabajador sin indemnizarlo antes de cumplirse ese plazo. 

De hecho, pese a que está acompañado de un buen paquete de bonificaciones de cuota para las empresas, éstas prefieren no acogerse a ellas. El 96% se firman sin ellas porque la ley les obliga a devolverlas si despiden al trabajador antes de tres años y no mantienen el resto de la plantilla durante un año. El número de este tipo de contrato creció un 31% en 2015 respecto al año anterior, hasta sumar casi 130.000.

EL 35% SON A TIEMPO PARCIAL

Otra novedad en el panorama laboral poscrisis es el auge del trabajo a tiempo parcial. Aunque en 2015 ha ralentizado su crecimiento. Según el Ministerio de Empleo, en lo que va de año se han suscrito casi cuatro millones de contratos por horas. Éstos representan ya el 35% de todos los que se registran, y el 46,37% de los que firman las mujeres. Son la fórmula favorita de los sectores que más empleo están creando, el comercio y la hostelería. Y que también son los que peores salarios pagan.

Además, el 62% de estos trabajadores lo son a tiempo parcial porque no han encontrado un empleo a tiempo completo. En 2007 eran sólo el 31,4%. España es el cuarto país de la UE, sólo por detrás de Grecia, Chipre e Italia, por la involuntariedad del empleo a tiempo parcial.

SALARIOS MÁS BAJOS PARA EL MISMO TRABAJO

La combinación de contratos temporales, cada vez más breves y a tiempo parcial da como resultado inevitable salarios exiguos. Las empresas que buscan empleados ofrecen contratos poco estables cuyos sueldos se resienten. Según una encuesta realizada por la ETT Adecco entre 613 empresas y 2.655 trabajadores, el 58% de ellas admite haber contratado empleados en 2015 con salarios inferiores a los de quienes ejercen funciones similares en su plantilla actual. El 27,4% les paga un 15% menos, el 19,6% hasta un 30% menos. Un 2,8% ofreció a sus nuevas incorporaciones la mitad del sueldo que abona a sus trabajadores de igual nivel ya en plantilla. 

El mismo informe explica que esta rebaja salarial la sufren no sólo los trabajadores más jóvenes que se incorporan al mercado, sino también los mayores de 45 años, que buscan una segunda oportunidad laboral tras haber sido despedidos de otra empresa.

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